El Senado de la República archivó el proyecto que pretendía aumentar el número de curules en el Senado y la Cámara de Representantes. La iniciativa se hundió por una proposición del senador Jonathan Pulido, conocido como Jota Pe Hernández, quien cuestionó la viabilidad fiscal de la propuesta presentada por la coalición de Gobierno, Pacto Histórico.
Hernández, quien expresó serias preocupaciones sobre el impacto económico de la medida y cuestionó que “no es posible que mientras le están diciendo al país que necesitan hacer una reforma tributaria para recoger 12 billones de pesos, que las finanzas del Estado están a punto de colapsar, vengan y propongan un proyecto para seguir creando más curules”. A su juicio, era una contradicción del gobierno.
El senador recordó el alto costo que representaría cada nueva curul para las finanzas del país. Según el senador, cada escaño adicional implicaría un gasto de 8.000 millones de pesos cada cuatro años, un costo que describió como “derroche, derroche y más derroche”, subrayando la carga financiera que esta propuesta significaría para el Estado.
El impacto fiscal fue el eje central de la intervención de Hernández, quien hizo hincapié en la necesidad de mantener un equilibrio en el gasto público. A su juicio, proponer más curules en un momento de ajuste fiscal contradice los esfuerzos del gobierno por reducir el déficit presupuestario.