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Cielo Rusinque

“Se necesitan muchos más Gustavos Bolívares”: Cielo Rusinque

Cielo Rusinque es abogada, con una maestría en París y candidata a doctorado en Derecho Constitucional. Logró notoriedad pública luego de confrontar en Francia al entonces presidente Iván Duque. Antes de llegar al gobierno de Petro, lideró el Centro de Pensamiento Progresista Latinoamericano. Una figura polémica, pero al mismo tiempo una voz potente dentro del Pacto Histórico

Hansel Vasquez

Revista Alternativa: Usted ha sido muy cercana al presidente Petro, al punto que informó que pasaría de Prosperidad Social a secretaria privada. ¿Qué pasó con esa designación?

Cielo Rusinque: En cuanto a las razones se ha especulado mucho, e incluso se ha afirmado que fue por haber filtrado mi nombramiento y haber salido a confirmar mi designación. Esas afirmaciones son falsas. La designación se dio varios días antes de que lo publicara la prensa. Sobre ello solo hablé con mi entorno más cercano, así que también me sorprendió que la información llegara a la prensa. Acepté dar declaraciones después de tres días de asedio de los medios, convencida de que era una decisión en firme y buscando mitigar los ataques que estaba recibiendo Laura (Sarabia). De hecho, cuando fui designada en Prosperidad Social, mantuve prudente silencio, a pesar de haber sido objeto de una campaña de desprestigio de más de 15 días para impedir mi nombramiento. De allí que en más de tres meses no haya salido a defenderme de toda la serie de ataques y especulaciones por no haberse dado ese nombramiento.

¿Pero eso no responde a los juegos de poder al interior de la Casa de Nariño?

No, responde a decisiones que toma el presidente. Es él quien sabe y tiene la absoluta autonomía para determinar dónde ubicar a las personas que decide que lo acompañen. De hecho yo había manifestado al presidente, antes de que se dieran estos cambios, que sentía que en Prosperidad había cumplido mi misión y que si lo consideraba viable, podría apoyarlo desde otro espacio. También le había dicho que quería apoyar en la campaña a Gustavo Bolívar.

¿Por qué Laura Sarabia se volvió imprescindible para el presidente, al punto que dicen que sigue cumpliendo temas de secretaria privada?

Esa pregunta no me corresponde en principio resolverla a mí, así que mi respuesta solo es especulativa. Creo que Laura supo ganarse su confianza desde la campaña. Es una persona organizada, eficiente y con gran capacidad de trabajo; ahora, respecto a la labor de un secretario o secretaria privada, creo que hay un elemento fundamental que es el buen entendimiento que puede ser más importante que la identidad política, la experiencia o la formación.

Luego la ternan como magistrada de la Corte Constitucional, en una postulación que resultó muy criticada por su cercanía al presidente, ¿Va a participar de nuevo en el Gobierno?

Para mi fue un gran honor la designación del presidente en esa terna. Las críticas las considero infundadas. Ser afín o cercano al presidente no implica falta de independencia. Lo de participar nuevamente en el gobierno, es algo que decide el presidente y él sabe que cuenta conmigo.

Usted es una mujer que genera divisiones entre el propio movimiento feminista que acompañó al presidente. ¿Por qué cree que la ven con desconfianza?

Generar divisiones entre mujeres, es otra de las trampas del patriarcado y considero lamentable caer en ellas. Tampoco creo que me observen con desconfianza. He sentido más bien el celo o el sentido de competencia de parte de un puñado de mujeres que no creo tenga una gran representatividad en el feminismo y que, por el contrario, ha desdibujado las justas reivindicaciones con acciones que frecuentemente generan violencia. Las críticas hacia mí, obedecen a posturas puntuales que mantengo en cuanto a la necesidad de garantizar elementos fundadores y fundamentales del Estado Social de Derecho. He sido muy crítica de la práctica del escrache y la cultura de la cancelación. En cuanto el escrache, si bien es cierto es una respuesta legítima a la falta de eficacia de la justicia, en la práctica se ha convertido en un instrumento de persecución en algunos casos con fines diferentes a los de la protección de las víctimas.

Hansel Vasquez.

Usted critica con frecuencia a los medios y dice que hay una matriz de opinión para castigar al presidente. ¿No hay hechos ciertos en la gestión del Gobierno?

Los medios, independientemente de quiénes sean sus propietarios y cuáles sean sus intereses, tienen el deber constitucional y legal de informar con imparcialidad sin normalizar la desinformación sistemática. Calumniar, difamar o propagar información que no ha sido verificada o contrastada, no es solo una falta ética sino que precariza la democracia y degrada las condiciones del debate público. Los medios no pueden convertirse en medios de la oposición. Me preocupa la desproporción entre las críticas que se hacen con ligereza y amplia difusión, y la invisibilización de todos los esfuerzos que viene haciendo el Gobierno. Pienso que escudriñar con saña en la vida íntima, en la dignidad y hasta en el mercado de la Presidencia, es denigrante y desdice mucho de la función de los medios.

Pero los resultados de las elecciones de octubre, ¿no son expresión de ese descontento popular?

No necesariamente. El proyecto progresista avanzó significativamente en el país. Las regiones tienen su propia dinámica y lo que se percibe es que el proyecto del cambio tiene aún mucho trabajo por delante. Creo que el resultado de las elecciones alienta la consolidación del Pacto (Histórico) como una solo fuerza política.

¿Es Gustavo Bolívar el hombre que puede liderar la izquierda petrista?

No me agrada la etiqueta de izquierda petrista, prefiero hablar de las ideas progresistas. Gustavo Bolívar en este escenario, es un líder natural de la Colombia Humana que pareciéramos olvidar, es el partido del hoy presidente y que paradójicamente en el contexto del Pacto no ha sido la mejor librada. El Pacto robusteció diversos partidos políticos como el Polo, el Mais y el Verde, pero la militancia de la Colombia Humana parece huérfana pues sus principales cuadros hoy hacen parte del Gobierno. La idea de Gustavo Bolívar de robustecer y consolidar la Colombia Humana, me parece no solo oportuna sino necesaria.

Pero también hay quienes lo ven con resistencia.

Seguramente. Sé que le endilgan algo de sectarismo, pero ese sectarismo que le critican representa en sí mismo la visión de un gran sector ciudadano. Pienso que se necesitan muchos más “Bolívares”.

¿Qué está pasando en el Congreso que no está conectado con las reformas del Gobierno?

Es inadmisible que se haga campaña con un discurso, y que una vez elegidos algunos congresistas, lleguen a defender los intereses de sectores minoritarios y a dejar como última prioridad los intereses ciudadanos. De parte del Gobierno he visto un gran esfuerzo por conectar, por socializar las reformas, por involucrar a la ciudadanía para que de manera informada participe y exija a sus representantes estar a la altura de las discusiones sobre las grandes reformas que demanda el país, sin trampas, sin ausentismo y sin saboteo.

Usted lo reconoce, hay voces que respaldaron al presidente y hoy se volvieron muy críticas.

Lo de menos es la crítica, la crítica constructiva es necesaria, lo reprochable es que la crítica se haga sobre la base de la desinformación y la manipulación.

¿Habrá petrismo después del 7 de agosto del 2026?

Reitero, más que de petrismo prefiero hablar de progresismo, pues es un concepto llamado a trascender cualquier liderazgo individual; no obstante creo que Gustavo Petro como líder político, ya marcó la historia de este país y su liderazgo dejará necesariamente un sello en la política nacional e internacional. Creo que como figura política, seguirá siendo después del 2026 fuente de inspiración.