Después de un año y cuatro meses en el cargo, la ministra de Relaciones Exteriores, Claudia Blum, presentó su renuncia.
La decisión de Blum de retirarse de la cancillería era un rumor desde hace varios días y este miércoles se confirmó que presentó su carta de dimisión ante la Casa de Nariño.
La vicecanciller Adriana Mejía asumirá el cargo, mientras el presidente Iván Duque define otros ajustes en su gabinete y equipo de colaboradores cercanos.
La canciller Blum llegó al ministerio en medio de una controversia porque se hizo pública una conversación suya con el embajador en Estados Unidos, Francisco Santos, en la cual este hizo críticas a la gestión del entonces canciller Carlos Holmes Trujillo y al gobierno del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump y la Secretaría de Estado en Washington.
También la renunciante funcionaria recibió críticas por sus pocas apariciones públicas y su estilo de trabajo distante de la figuración en los medios de comunicación.
El último episodio que le trajo críticas de la oposición, especialmente, surgió al decir ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que la aparición de las disidencias de las Farc debía considerarse un incumplimiento del acuerdo de paz por parte del partido Comunes,
surgido de la desmovilización de las Farc,
Esta organización partidista rechazó ese pronunciamiento, calificándolo de carente de lógica y de peligroso para la integridad de los desmovilizados.
Pero también desde el mismo gobierno controvirtieron a Blum. Específicamente, el consejero para la Estabilización, Emilio Archila, encargado del desarrollo del proceso dijo: “Algunos de lo miembros de las Farc nunca se acogieron al proceso y otros como ‘El paisa’, ‘Romaña’ o ‘Santrich’, que pretendieron acogerse, abandonaron el proceso. Son ellos los que tienen que responder individualmente y esta no es responsabilidad que le corresponda al partido Comunes”.
La expectativa se centra ahora en saber quién será el reemplazo de la canciller y si ello marcará un giro en el manejo de las relaciones exteriores por parte del gobierno, cuando se ha dado un cambio de signo político en Estados Unidos hacia un gobierno demócrata y surgen inquietudes en el contexto internacional por el manejo dado por el gobierno a la protesta social, al acuerdo de paz y al fenómeno de la violencia contra los llamados líderes sociales.