En una tensa audiencia ante la Sala de Justicia y Paz de Barranquilla, Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, solicitó ser examinado por problemas cardíacos, lo que generó controversia durante la sesión.
La solicitud de libertad de Mancuso fue objetada por la Procuraduría y cuestionada por la Fiscalía, quienes señalaron la falta de claridad sobre su papel como gestor de paz y sus compromisos con la ley de Justicia y Paz y las víctimas del conflicto.
La fiscal Magaly Álvarez destacó la ausencia de una solicitud precisa por parte del Gobierno o el alto comisionado para la Paz sobre el papel que Mancuso desempeñaría como gestor de paz, y enfatizó en la necesidad de una revisión exhaustiva de esta petición por parte del magistrado.
Mancuso, por su parte, afirmó que su labor es fundamental para el proyecto de paz total, debido a su influencia con grupos paramilitares, y mencionó la necesidad de cerrar lo que fue el pacto de Ralito. Sin embargo, durante su intervención, expresó supuestos problemas cardíacos y solicitó ser examinado por un grupo de médicos presentes en la cárcel La Picota de Bogotá.
La petición de Mancuso fue negada por el magistrado, quien rechazó conceder tiempo para realizar los exámenes médicos solicitados en medio de la audiencia. La situación evidenció la tensión y las disputas en torno al caso del exjefe paramilitar y su posible rol en los procesos de paz en Colombia.