La ciudad costera de Buenaventura se estremece ante el quiebre de la tregua entre los grupos criminales de los Espartanos y los Shottas. En un comunicado emitido el miércoles, los Espartanos anunciaron su retiro de las mesas de diálogo de paz, acusando a los Shottas de aprovechar el proceso para expandir su influencia y formar alianzas con grupos externos, incluida la guerrilla del ELN.
La decisión de los Espartanos llega justo un mes después de que se extendiera la tregua entre los grupos rivales hasta el 5 de mayo. Sin embargo, según su comunicado, el incumplimiento por parte de los Shottas y la falta de compromiso habrían sido determinantes en su decisión de abandonar las negociaciones.
En el comunicado público, los Espartanos denunciaron las presuntas alianzas de los Shottas con grupos externos, así como acuerdos con las autoridades para evitar persecuciones. Este quiebre amenaza con reavivar la violencia en Buenaventura, una ciudad ya afectada por décadas de conflictos armados y disputas entre grupos criminales.
Hasta el momento, la Oficina del Alto Comisionado de Paz no ha emitido comentarios sobre la situación, dejando en incertidumbre la continuidad de la tregua. Los Espartanos, sin embargo, advierten que su retirada de las negociaciones no debería sorprender a nadie, sugiriendo posibles acciones futuras.
El Obispo, quien ha estado presente en las conversaciones, señaló que esta ruptura es una forma de presionar, revelando los diferentes niveles de intereses involucrados en este tipo de negociaciones. A pesar de la esperanza inicial en este proceso, marcado por una disminución significativa de la violencia, la ruptura de la tregua representa un revés en los esfuerzos por alcanzar la paz en Buenaventura.
El representante a la Cámara, Alejandro Ocampo, quien ha estado involucrado en el proceso como jefe negociador, destacó previamente los avances logrados gracias a la voluntad de paz de los grupos involucrados, subrayando una reducción del 70 % en la incidencia de violencia durante el período de tregua. Sin embargo, este último desarrollo plantea nuevos desafíos en el camino hacia la estabilidad en la región.