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Gustavo Petro

Rumbo a EE. UU.

El coronel Óscar Dávila, tenía una decisión tomada: partir rumbo a Estados Unidos y contarles a sus enlaces de la CIA todas las irregularidades que había descubierto en el caso de los dineros perdidos en casa de Laura Sarabia, la exjefa de Gabinete. Con esa agencia de seguridad estadounidense había una estrecha relación de muchos años. Alternativa consultó con más de diez fuentes sobre los últimos pasos de uno de los hombres del primer anillo de seguridad —rotulado con el nombre de “Diamante”— del presidente Gustavo Petro. Por: Jorge Lesmes M. Editor Revista Alternativa

Foto: Coronel Óscar Dávila

El teniente coronel de la Policía Óscar Dávila, estaba entrenado para afrontar situaciones catalogadas de extremas. Su formación, tanto en la Escuela de Policía, como por parte de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, lo habían convertido en un oficial curtido, con una enorme experiencia que le permitía sortear con éxito los momentos complejos, donde el control sobre la carga emocional y su reacción ante el peligro era fundamental.

Por ese entrenamiento y experiencia en situación de alto riesgo, el coronel Dávila fue seleccionado para Casa Militar para ocupar uno de los cargos de mayor responsabilidad en el país: diseñar y planear la seguridad del presidente de la República en sus desplazamientos. Tenía que garantizar que Gustavo Petro no fuera ser objetivo de atentado alguno, cada vez que abandonaba la Casa de Nariño o su residencia personal. Cada vez que se desplazara para cumplir con los compromisos de agenda por el territorio nacional.

Dávila ocupaba ese cargo desde el momento de la posesión del hoy presidente Petro. Y entró a formar parte del primer anillo de seguridad, que confidencialmente se conoce como “Diamante”. Es el equipo de oficiales de la Policía de mayor experiencia y confianza para salvaguardar la seguridad del presidente.

Para garantizar que el coronel Dávila mantuviera en control los niveles de estrés y su capacidad de reacción frente a la adversidad, en Casa Militar era sometido periódicamente a pruebas psicológicas en las que eran evaluadas sus condiciones emocionales. Cualquier reporte negativo de estas minuciosas pruebas, era suficiente para apartarlo de su puesto, por la delicada misión de hacer parte del primer anillo de seguridad del presidente Petro.

Pero no sólo era evaluado psicológicamente. Alternativa estableció que el oficial también era sometido periódicamente a pruebas de polígrafo, secciones que permitían establecer su disciplina y cumplimiento con el deber.

Esos controles iban más allá del consultorio de psicología y la fría sala del polígrafo. Oficiales de contrainteligencia realizan sobre los hombres que hacen parte del esquema de seguridad del presidente de la República, en este caso incluido el coronel Dávila, una estricta vigilancia, trabajo de observación y de reconocimiento, para completar el cuadro que permite saber que un oficial con este grado de responsabilidad cumple con todos los parámetros de confianza para desempeñar un cargo de esa naturaleza.

Dávila los cumplía a cabalidad en el momento de su muerte. De acuerdo con informes conocidos por Alternativa, el hombre que diseñaba y planeaba los desplazamientos del presidente Petro, había pasado todas las pruebas a las cuales había sido sometido dentro de los protocolos que cumplen los oficiales que hacen parte del esquema de seguridad del mandatario.

Lo había hecho unas semanas antes de la trágica tarde del pasado 9 de junio. Según el informe forense presentado por Medicina Legal, en una conferencia de prensa que estuvo presidida por la vicefiscal, Martha Mancera. En la línea de tiempo que trazó el ente acusador, señaló que a las 18:18 horas de ese día, Dávila se suicidó de un tiro en su cabeza.

Nadie del entorno cercano al coronel Óscar Dávila, con los que Alternativa dialogó y que por razones de seguridad mantienen en anonimato sus nombres, están de acuerdo con el informe presentado por Medicina Legal. Mucho menos que Dávila hubiese tomado esa decisión por problemas emocionales. “Él estaba preparado y entrenado para afrontar situaciones extremas. Tenía una enorme experiencia en estos temas de seguridad y, además, era un oficial de unas condiciones excepcionales”, dijo a Alternativa una de las fuentes consultadas.

El pasado 18 de julio, Laura Sarabia, exjefa de Gabinete, asistió al CNE para declarar frente al presunto ingreso de dinero irregular a la campaña del hoy presidente Gustavo Petro.

Ruta Caracas

La muerte del coronel Óscar Dávila hace parte de un complejo entramado que los investigadores de la Fiscalía tratan de descifrar. Todavía hay un largo camino por recorrer que les permita encontrar respuestas sobre hechos claves en toda esta historia que comenzó a finales del enero pasado con el robo en su casa, denunciado por la entonces jefa de Gabinete, Laura Sarabia.

Uno de los hilos de la investigación está centrado sobre el dinero que realmente se perdió en casa de Sarabia. Todavía no se sabe a ciencia cierta si fueron siete mil dólares, como Sarabia lo ha reiterado ante las autoridades o miles de millones de pesos como lo señaló la exniñera Marelbys Meza en sus declaraciones a medios de comunicación.

El otro hilo de los investigadores se centra en los reiterados viajes de Marelbys Meza a Venezuela. Los registros de extranjería, de acuerdo con los investigadores y conocidos por Alternativa, señalan que Meza salió del país con destino a Caracas en doce oportunidades. Todas ellas en vuelos privados, utilizados por su antiguo jefe Armando Benedetti, quien además se desempeñaba como embajador de Colombia en la capital venezolana.

Lo que está investigando la Fiscalía es si esos continuos viajes de la señora Meza tienen que ver con los dineros que ella denunció y que supuestamente vio en la casa de Sarabia. Si hacen parte de los dineros que se perdieron en la residencia de la exjefa de Gabinete y qué tanto tiene que ver Meza en la pérdida de esos dineros”, señalaron a Alternativa dos fuentes que conocen de este entramado.

La otra pregunta que se hacen los investigadores es qué tanto descubrió el coronel Dávila desde el momento en que recibió la orden de su jefe superior en Casa Militar, el coronel Carlos Feria de “hacer todo” lo que estuviera a su alcance para saber si Marelbys Meza estaba relacionada directamente con la pérdida de dinero en casa de Laura Sarabia.

“Dávila descubrió una serie de irregularidades. Entre ellas, que según la versión de los siete mil dólares perdidos que daba cuenta la exjefa de Gabinete, era mucho más dinero y que la exniñera no estaba contando toda la verdad”, dijo otra de las fuentes consultadas por Alternativa.

El papel de “el diablo”

El tema del dinero no es el único que hace parte de las líneas de investigación. Otro de los entramados tiene que ver con el papel que jugó el exdirector de Inteligencia de la Policía, coronel (r) Carlos Alberto Martínez, más conocido al interior de la institución con el alias de “el diablo”. Este polémico exoficial es cuñado del coronel Carlos Feria, jefe de seguridad del presidente Petro.

Dentro de las pesquisas que han realizado los investigadores, varios oficiales señalaron la presencia de Martínez en las oficinas de Casa Militar desde el momento que estalló el escándalo de la exniñera. “Martínez tiene una serie de investigaciones en Procuraduría y Fiscalía por las famosas “salas negro”, que se utilizaban para interceptar ilegalmente. Además, al interior de la Policía, tenía denuncias por la forma de presionar a los uniformados a la hora de realizar las labores de contrainteligencia”, señaló a Alternativa un oficial de la Policía.

Por lo pronto, los investigadores han recopilado información sobre los ingresos de Martínez a Casa Militar. Su estrecha relación con Feria, quien además hizo gestiones al interior de palacio para buscar la forma de ayudar a su cuñado a ser nombrado en un cargo diplomático.

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Vía Estados Unidos

El coronel Óscar Dávila no sólo era apreciado y reconocido por su trabajo al interior de la Policía Nacional. Había cumplido importantes labores cuando se desempeñó en Bucaramanga y Cúcuta, donde llegó a ocupar el cargo de jefe regional para Investigación Criminal de la Dijin. “Era un oficial íntegro, con una enorme capacidad de trabajo, sin ninguna tacha en su hoja de vida”, señaló a Alternativa uno de sus compañeros de trabajo por varios años.

En la otra parte donde su nombre siempre fue apreciado y respetado era en las agencias de inteligencia de Estados Unidos con sede en Colombia. Su trabajo tenía un enorme reconocimiento, especialmente entre los oficiales de la CIA. Allí fue acogido como uno más y durante varios años trabajó de la mano de hombres conocedores como pocos de la inteligencia y en la lucha contra las organizaciones criminales.

“Dávila era uno más de ellos. Gozaba de toda la confianza. Por eso, cuando estalla el escándalo de las chuzadas en Casa Militar, de inmediato lo arroparon”, agrega otro oficial muy cercano a la carrera del coronel Dávila.

La conexión con las agencias de inteligencia de Estados Unidos abre otra línea que se investiga. Varios testimonios conocidos de primera mano por Alternativa, coinciden que el coronel Dávila había tomado una decisión días antes del fatídico 9 de junio.

Esa decisión tuvo varias diligencias y un sólo camino: las primeras, ponerse a disposición de cualquier requerimiento por parte de la Fiscalía, como lo hizo a través de una carta, enviada al ente acusador. Tener un equipo asesor de abogados, como lo consultó con el abogado Miguel Ángel del Río.

Y el camino, uno solo: viajar a Estados Unidos y contarles a sus enlaces de la CIA todo lo que había descubierto en Casa Militar.

“Esa era la hoja de ruta que tenía trazada. Sabía que tenía todo el apoyo de esa agencia porque lo conocían de años. Pero alguien se enteró de esas intenciones y pasó lo que pasó”, enfatizaron a Alternativa cinco de las fuentes consultadas sobre la trágica historia de un oficial que sólo sabía cumplir sus misiones.