En medio del debate generado por la propuesta del presidente Gustavo Petro de iniciar un proceso de asamblea constituyente en Colombia, el representante David Racero, cercano al mandatario, ofrece su visión sobre esta iniciativa y la forma en que se debería abordar.
Racero comenta que la propuesta de Petro no tomó por sorpresa, ya que se había contemplado como parte de la agenda de cambio que se gestó a raíz del estallido social de 2021. Él enfatiza que un proceso constituyente no comienza con una invitación del presidente, sino que surge de la necesidad de impugnar las instituciones y leyes existentes, lo que ya ocurrió durante el estallido social.
El representante destaca la importancia de que la clase dirigente responda a las demandas sociales y reconoce que el Congreso debe legislar en consonancia con las necesidades del pueblo. Sin embargo, señala que el Congreso ha mostrado resistencia a discutir reformas importantes, como la de salud, lo que representa una traición a las expectativas de cambio de la ciudadanía.
Sobre la propuesta de Petro, Racero argumenta que los puntos planteados son para profundizar los derechos contemplados en la Constitución de 1991, pero reconoce que es necesario evaluar el mejor mecanismo para implementarlos. Insiste en que un proceso constituyente no debe ser impuesto, sino que debe surgir de una deliberación ciudadana genuina.
En cuanto a los temores sobre un posible acaparamiento de la constituyente por sectores de derecha, Racero afirma que no le tiene miedo a la expresión democrática y que es necesario confiar en la capacidad del pueblo para tomar decisiones. Reconoce que asumir riesgos es parte de la democracia y que el proceso constituyente inició antes de la presidencia de Petro, en respuesta a las demandas sociales.
Finalmente, respecto a la aparente contradicción entre la promesa de Petro de no convocar a una constituyente y su actual propuesta, Racero argumenta que ningún presidente puede determinar un proceso constituyente y que este surge de la voluntad ciudadana, la cual fue expresada en el estallido social y respaldada por el Pacto Histórico liderado por Petro.