La mañana de este lunes 24 de junio marcó el reinicio de actividades para el emblemático piqueteadero de Doña Segunda, ubicado en el barrio 12 de Octubre de Bogotá. El establecimiento, conocido por sus platos tradicionales, había sido clausurado temporalmente por la DIAN en una acción que generó gran atención mediática y pública. Inicialmente programada para las 10:45 a.m., la reapertura se adelantó a las 8:00 a.m., permitiendo que el restaurante retomara sus operaciones tras cumplir con la sanción impuesta.
Las razones detrás del cierre fueron aclaradas por la DIAN. La consecuencia del incumplimiento en el pago de una multa, cuyo monto, aunque no especificado, se describió como "millonario".
El caso de Doña Segunda se enmarca en un contexto más amplio de fiscalización por parte de la DIAN ya que durante el 2023, la entidad realizó más de 50,000 visitas de inspección relacionadas con facturación, identificando 3,300 casos de incumplimiento en la expedición de facturas electrónicas.
La normativa vigente establece sanciones específicas para los casos de incumplimiento en la facturación electrónica.Cuando un negocio no cumple con estos requisitos, la multa se calcula como el 5% de los ingresos operacionales del mes anterior.
Justamente, frente a los negocios de comida de las Plazas de Mercado, la administración distrital de Bogotá ha puesto en marcha un ambicioso plan de intervención y mejoramiento de las plazas de la ciudad, con especial énfasis en siete centros de abastecimiento considerados prioritarios. Este esfuerzo, liderado por la Secretaría de Desarrollo Económico y el Instituto Para la Economía Social (IPES), busca potenciar estos espacios tradicionales que juegan un papel fundamental en el suministro de alimentos para los bogotanos y en la atracción de turistas nacionales e internacionales.
La secretaria de Desarrollo Económico, María del Pilar López, y el director del IPES, Mauro Peralta, iniciaron el proceso con visitas a las plazas de La Perseverancia y La Concordia, ubicadas en el centro histórico de la capital. Estas inspecciones tienen como objetivo evaluar de primera mano las condiciones actuales de las instalaciones y definir las acciones necesarias para su mejoramiento y embellecimiento. La iniciativa no solo busca mejorar la infraestructura física de estos lugares, sino también fortalecer su papel en la economía local y en la preservación de las tradiciones culinarias y culturales de la ciudad.
El plan de intervención abarca un total de siete plazas de mercado priorizadas por su importancia estratégica y su potencial turístico. Además de La Perseverancia y La Concordia, se incluyen en esta lista la Plaza 20 de Julio, la Samper Mendoza, la 7 de Agosto, la 12 de Octubre y La Plaza Ferias. Cada uno de estos centros de abastecimiento tiene características únicas que los hacen atractivos tanto para los residentes locales como para los visitantes, ofreciendo una variedad de productos frescos y platos típicos que reflejan la diversidad gastronómica de Colombia. La selección de estas plazas para una intervención prioritaria refleja el reconocimiento por parte de las autoridades de su importancia no solo como centros de comercio, sino como espacios de encuentro social y cultural. El mejoramiento de estas plazas se enmarca en una estrategia más amplia de revitalización urbana y promoción turística, buscando potenciar la imagen de Bogotá como un destino gastronómico de primer nivel a nivel internacional.
La intervención en las plazas de mercado se extiende más allá de las siete priorizadas, abarcando la totalidad de las 17 plazas distritales de Bogotá. Este enfoque integral busca "robustecer la economía social" de la ciudad, reconociendo el papel crucial que estos espacios desempeñan en el abastecimiento alimentario de la capital. Actualmente, las plazas de mercado representan el 5,1% del suministro de alimentos para los bogotanos, una cifra que las autoridades aspiran a incrementar mediante estas mejoras. La Secretaría de Desarrollo Económico y el IPES han establecido un acuerdo de colaboración para llevar a cabo estas intervenciones, que incluirán no solo mejoras en la infraestructura física, sino también programas de capacitación para los comerciantes, estrategias de promoción y marketing, y la implementación de prácticas sostenibles en la gestión de residuos y eficiencia energética. Este esfuerzo coordinado refleja el compromiso de la administración distrital con el fortalecimiento de la economía local y la preservación de espacios tradicionales que son fundamentales para la identidad cultural de Bogotá.