El presidente de Independiente Santa Fe, Eduardo Méndez, había confirmado que no se permitiría la presencia de la hinchada visitante del Atlético Bucaramanga en el estadio El Campín durante el partido de vuelta de la gran final del Fútbol Profesional Colombiano (FPC) el próximo sábado.
Sin embargo, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se pronunció sobre lo sucedido y aseguró que ratificará la decisión tomada en un principio para que los cerca de 1000 hinchas de Bucaramanga puedan asistir al Estadio El Campín como se había prometido inicialmente.
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"Sobre la discusión de la presencia de la hinchada del Bucaramanga en la final del fútbol colombiano en el estadio El Campín del próximo sábado, quiero recordar que la semana pasada la Comisión de Seguridad, Comodidad y Convivencia del Fútbol decidió que sí podía estar presente la hinchada del Bucaramanga", expresó el alcalde Galán. "Yo le he pedido al equipo del Distrito, que está presente en esta Comisión que yo presido como alcalde de Bogotá, que mañana ratifiquemos esta decisión para que sí puedan venir los hinchas y estar en el estadio como se había acordado. Será en la tribuna noroccidental", añadió.
Adicionalmente, Galán reveló que "hemos tenido contacto con Win Sports desde el pasado jueves para explorar la posibilidad de transmitir en directo el partido de la final desde el Parque Simón Bolívar para quienes no puedan ir al estadio. Mañana formalizaremos el acuerdo. Además, vamos a transmitir el partido de Colombia - Bolivia. Quienes van el sábado al parque podrán ver los dos partidos".
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El alcalde enfatizó que "vamos a hacer todos los esfuerzos para que en el parque y en el estadio, esta fiesta del fútbol se desarrolle con tranquilidad y seguridad. Garantizaremos que sea una fiesta de respeto y deporte como merece Bogotá y merece Colombia".
La decisión del presidente de Santa Fe de no permitir el ingreso de la hinchada visitante se tomó como respuesta a los incidentes ocurridos al finalizar el primer encuentro de la final en Bucaramanga, donde los aficionados locales invadieron el terreno de juego y supuestamente agredieron al equipo técnico del equipo bogotano, incluyendo a Méndez.