Salvatore Mancuso Gómez, nacido el 17 de agosto de 1964 en Montería, Córdoba, se erige como una figura central en la historia reciente del conflicto armado colombiano. Proveniente de una familia acomodada, con padre italiano, Mancuso inició su trayectoria académica en la Universidad Javeriana, donde cursó estudios de ingeniería civil, y posteriormente en la Escuela de Formación Técnica Agrícola, donde se enfocó en administración agropecuaria, aunque no concluyó ninguna de estas carreras. Su formación incluye también estudios de inglés en la Universidad de Pittsburgh, Pensilvania, según consta en el perfil elaborado por la Fiscalía de Colombia.
La transición de Mancuso de ganadero reconocido en Córdoba a figura prominente del paramilitarismo colombiano marca un punto de inflexión en su biografía y en la historia del conflicto. Su ingreso a las "Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá" (ACCU) lo llevó a ocupar el cargo de segundo comandante, escalando posiciones hasta convertirse en una pieza clave en la estructura de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Este grupo paramilitar, fundado a mediados de la década de 1990 junto a los hermanos Vicente y Carlos Castaño, consolidó a Mancuso como jefe del Estado Mayor, según informes de la Fiscalía, otorgándole un papel preponderante en las operaciones y estrategias de la organización.
El historial criminal atribuido a Salvatore Mancuso es extenso y grave. Según las investigaciones, se le acusa de ordenar y liderar al menos 2,023 episodios de desplazamiento forzado, 1,116 homicidios, y no menos de 371 casos de desaparición forzada. Además, se le imputan 28 crímenes por violencia basada en género y 10 por reclutamiento ilícito, sumando a estos 523 casos asociados a otros tipos de delitos.
El proceso de desmovilización de los grupos paramilitares, iniciado durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe, marcó un nuevo capítulo en la historia de Mancuso. En diciembre de 2004, se desmovilizó junto con el Bloque Catatumbo de las AUC, que contaba con aproximadamente 1,400 hombres. Este acto lo sometió a la Ley de Justicia y Paz, un marco legal diseñado para "facilitar los procesos de paz y la reincorporación a la vida civil de miembros de grupos armados".
Su relación con Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana
Salvatore Mancuso, excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ha concedido su primera entrevista a los medios tras ser liberado de la cárcel La Picota en Bogotá. Desde un hotel en el centro de la capital colombiana, Mancuso abordó temas controversiales que involucran a figuras políticas prominentes del país.
Mancuso extendió una invitación a Uribe para colaborar en la construcción de la paz, declarando: "Fuimos aliados en el pasado, podemos ser aliados hoy para construir la paz. Hay que dejar las diferencias atrás para poder seguir erradicando la violencia que sembramos". Esto lo dijo, a pesar de sus testimonios ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en donde vinculó al expresidente Álvaro Uribe con operaciones paramilitares durante su mandato como gobernador de Antioquia. Específicamente, Mancuso afirmó que Uribe "siempre tuvo conocimiento de la operación del Aro", refiriéndose a la masacre perpetrada por las AUC el 22 de octubre de 1997 en el corregimiento de Ituango, donde murieron más de 15 personas. Adicionalmente, el exjefe paramilitar relacionó a Uribe con la muerte del alcalde de El Roble, Sucre, Eudaldo Díaz.
Las revelaciones de Mancuso también involucran al expresidente Andrés Pastrana. En declaraciones reservadas dadas el 15 de mayo de 2023, el excomandante paramilitar habló sobre un supuesto apoyo electoral que las AUC habrían proporcionado a Pastrana durante las elecciones presidenciales de 1998. Esta afirmación ha generado reacciones legales, con Pastrana interponiendo una tutela ante la JEP para obtener acceso a estas declaraciones, lo que subraya la sensibilidad y potencial impacto de las afirmaciones de Mancuso