El presidente Gustavo Petro criticó de manera tajante la decisión de absolver al ganadero Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, quien también había sido absuelto en dos ocasiones anteriores en los años 2000 y 2001, en el caso que se le sigue por los supuestos vínculos con el grupo de autodefensa ‘los 12 apóstoles’ que se creó para enfrentar al ELN en Antioquia en la década de los años 90.
Según el mandatario, los actos cometidos por el grupo paramilitar los '12 apóstoles' incluyen el homicidio de miembros de la Unión Patriótica (UP), así como operaciones sistemáticas contra otras personas.
Destacó la necesidad de que la justicia actúe sin temor para no generar impunidad y también abordó la responsabilidad de los tribunales internacionales en caso de que la justicia colombiana no cumpla con sus deberes. “Las normas del mundo hablan que si la justicia de un país no es capaz de juzgar a los criminales contra la humanidad, lo hace un tribunal internacional”, señaló, sugiriendo que el sistema judicial del país debería ser capaz de enfrentar estos delitos sin intervención extranjera.
Petro afirmó que un mandatario que defiende la vida humana y lucha contra la impunidad no debe dar marcha atrás en la búsqueda de justicia, argumentando que estos principios no deben ceder ante las supuestas presiones de ningún sector de la sociedad.
Hizo referencia también a la justicia transicional promovida en gobiernos anteriores, como el de Álvaro Uribe, destacando la importancia de buscar la verdad por encima de cualquier castigo. Sin embargo, advirtió que la justicia no puede convertirse en una herramienta que genere impunidad, ya que considera que la verdad y la justicia son esenciales para la paz y la estabilidad del país.
Petro cerró su mensaje señalando que el uso de las armas para someter al pueblo debe ser una etapa superada en Colombia. Declaró que “la época en que los poderosos usaban sus armas para matar bárbaramente el pueblo, ha terminado”.