El presidente Gustavo Petro se tomó unos minutos el 14 de octubre para, al igual que muchos colombianos, observar el eclipse solar anular. Hasta ese punto, nada inusual, ya que muchas personas salieron para presenciar el fenómeno o siguieron las diferentes transmisiones que documentaron el evento astronómico.
Sin embargo, lo llamativo fue una de las cinco fotografías que el presidente publicó en su cuenta de Instagram y el mensaje que compartió con sus seguidores.
“Los quiero mucho ❤️”, escribió con esta foto:
En las primeras fotos que el presidente publicó sobre el eclipse, simplemente documentó el fenómeno astronómico mostrando las gafas con las que lo observó y luego compartió una imagen del cielo nublado que no permitió una visión clara del eclipse en Bogotá. Estas dos fotos no presentaron ningún aspecto destacable, aparte de la cantidad de nubes y un breve instante en el que se pudo ver parcialmente el eclipse.
Lo que realmente captó la atención, debido a su carácter peculiar, fue una imagen en la que el presidente aparecía sonriente superpuesto sobre el eclipse solar anular. Esta fue su cuarta publicación sobre el tema. Posteriormente, acompañó la imagen con el mensaje: "Los quiero mucho ❤️".
Como era de prever, la foto generó una gran cantidad de reacciones, desde aquellas personas que tomaron las publicaciones del presidente con humor, hasta quienes aprovecharon la oportunidad para criticarlo.
Por ejemplo, un usuario comentó: "En mi opinión, el mensaje que Petro quiso transmitir al poner su rostro como fondo en el eclipse es que, una vez que la luna oculta al sol, vemos la verdadera naturaleza del sol, es decir, vemos a Petro, el dios sol".
El candidato al Concejo de Bogotá, Oscar Ramírez Vahos, perteneciente al Centro Democrático, expresó que inicialmente pensó que se trataba de otro montaje con la imagen del presidente, pero que tuvo que verificarlo personalmente en la cuenta de Instagram de Petro. Además, comentó que el presidente había colocado su rostro para parecerse a un dios y criticó lo que calificó como el "ego enfermo" del jefe de Estado.