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Incendios forestales

Más allá de las llamas, ¿qué es lo que queda?

Más de 18 mil hectáreas están completamente negras, y la incertidumbre se cierne sobre su destino. ¿Serán recuperables, o se sumarán al trágico recuento de la naturaleza perdida?

Foto:Alternativa/Hansel Vasquez

En la cima de los cerros de Bogotá, donde el cielo se mezcla con la tierra, una batalla se desata. Bomberos, policías, militares y otros héroes anónimos se enfrentan al rugir de las llamas que devoran sin piedad la vegetación, convirtiendo en cenizas el verde que un día fue. Sin embargo, en medio de la adversidad, surge la esencia humana, la fuerza que emana de corazones dispuestos a enfrentar lo incontrolable.

Foto: EFE

En este escenario apocalíptico, donde 883 municipios están en alerta por incendios y 582 de ellos en alerta roja, la lucha es más que contra el fuego; es contra el deslizamiento, contra la escasez de agua, contra la amenaza latente. Las pendientes imposibles, con inclinaciones de hasta un 80 por ciento, se han convertido en el campo de batalla donde estos valientes se enfrentan a un enemigo invisible que devora a su paso todo a su alcance.

Fotos:Alternativa/Hansel Vasquez

Desde el lunes 22 de enero, el país se ve envuelto en una danza de llamas que desafía a quienes se aventuran a extinguirlas. Con 17 conflagraciones activas, 6 de ellas en la región de Cundinamarca y Bogotá, los héroes modernos se sumergen en el fuego con la valentía que solo el deber puede otorgar. 100 horas de combate constante, con temperaturas que oscilan entre los 25, 29 y 35 grados de día y los 6 grados o menos durante la noche, han dejado cicatrices en cuerpos agotados pero no en espíritus inquebrantables.

Foto:Prensa Ingenieros Ejército de Colombia

No son solo los uniformados quienes escriben esta historia de resistencia. La comunidad, consciente del peligro que se cierne sobre sus hogares, se ha unido en un frente común. Ciudadanos que solo suben a los cerros para ejercitarse, se convierten en parte vital de la fuerza que enfrenta las llamas. Con alimentos y bebidas en mano, reconocen el sacrificio de quienes luchan contra el fuego y deslizamientos.

Aparte de civiles y bomberos, también hay un equipo de héroes que trabajan incansablemente por mantener activos tanto las máquinas como las aeronaves. Personas claves para el análisis y la estrategia operativa de contener las llamas y acabar con el calvario de ver la naturaleza arder.

Tal es el caso de Camilo González, jefe de mantenimiento de Helistar, quien aseguró que a pesar de no estar entre las llamas, su labor es ardua e importante, pues es el encargado de dar el visto bueno y de revisar cada una de las aeronaves para inicien y terminen el sobrevuelo y los trabajos de mitigación del fuego. "Desde temprano en la mañana para la salida de los helicópteros y hasta la hora de finalización, estoy dando seguimiento y revisión a cada uno de los helicópteros con el fin de que todo salga bien".

Foto:Alternativa/Hansel Vasquez

Entre las noticias de esperanza, destaca el incendio en el cerro El Cable, donde el fuego ha sido contenido. Aunque persisten puntos activos, la luz al final del túnel se vislumbra. Desde las alturas, se atestigua el fruto del arduo trabajo, donde las estrategias de mitigación comienzan a dar sus resultados. Los incendios están bajo control, y el 100% de apagado está en el horizonte, pero la oscuridad persiste en las hectáreas devastadas.

Foto:Alternativa/Hansel Vasquez

Las imágenes desde el aire son desoladoras pues decenas de bosque se han quemado y muchos animales han muerto al no poder escapar del perímetro envuelto en llamas.

Más de 18 mil hectáreas están completamente negras, y la incertidumbre se cierne sobre su destino. ¿Serán recuperables, o se sumarán al trágico recuento de la naturaleza perdida? La tragedia se mide no solo en llamas, sino en la cicatriz indeleble que queda en el paisaje y en la memoria colectiva.

Foto:Alternativa/Hansel Vasquez

El Gobierno Nacional, por intermedio del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, dispuso de los helicópteros que tienen contrato con la campañía Helistar, para apoyar la emergencia nacional. Una iniciativa en pro del beneficio y superación del caos generado por este acontecimiento. En el trabajo, 5 aeronaves se encuentran apoyando las labores de extinción del fuego, tres en Bogotá, una en Santander y una última, en Boyacá.

Durante este todo este trabajo, se han utilizado más de 170 máquinas extintoras y de soporte; se han realizado más de 800 descargas de agua con un aproximado de 267.078 galones, y han trabajado más de 3.800 unidades del SNGRD para liquidar los incendios del país.

También, entidades como el Ejército, la Fuerza Aéroespacial Colombiana (FAC) y la Unidad Operaciones Especiales en Emergencias y Desastres (PONALSAR) han invertido más 3 mil millones de pesos en operaciones.

Foto: Hansel Vásquez, Revista Alternativa

Esta crónica no es solo sobre incendios forestales; es un relato de coraje, solidaridad y resistencia. Es la epopeya de aquellos que, en la línea del frente, enfrentan la furia de la naturaleza con determinación, recordándonos que la grandeza humana resplandece incluso en las llamas más oscuras.