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Reforma Pensional

La bomba pensional

La reforma que pretende este gobierno tiene muchos problemas en sus proyecciones. Variaciones mínimas en expectativa de vida, o en salarios promedio hacen un hueco gigante al final de los tiempos.

Archivo Alternativa

Las pensiones que se pagan en Colombia, se calculan dentro de un sistema que estamos a punto de ver transformar.

Como muchos procesos que propone el gobierno Petro, son cambios que pueden dejar efectos colaterales e irreversibles una vez implementados.

Llevamos décadas oyendo que nuestro país tiene un sistema pensional en crisis. Se necesita una reforma, una seria y profunda remodelación. Los cambios que los expertos han propuesto no son menores, los montos y sus impactos son realmente gigantes.

Uno de los ingredientes del problema, que difícilmente se podrá resolver es que la gran mayoría de nuestra población no tiene la capacidad de entender la dimensión del problema.

En 2020 el consultor Francisco Azuero Zúñiga, de la División de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), escribió un interesante documento titulado El sistema de pensiones en Colombia–Institucionalidad, gasto público y sostenibilidad financiera, en el marco de las actividades del proyecto CEPAL/Unión Europea denominada Sistemas de pensiones en América Latina: la reducción de las brechas económicas y sociales. Las cifras y conclusiones del reporte son altamente preocupantes. Hay desfinanciación a largo plazo del sistema, no hay total cobertura y siempre está el doloroso impacto fiscal para los números del Estado.

Los jóvenes que ingresan al mercado laboral no cotizan a un ritmo ni a un volumen suficiente para poder financiar los pagos de las mesadas de las generaciones que los antecedieron. La expectativa de vida ha aumentado en hombres y mujeres, lo que hace que los cálculos actuariales de hace 2 o 3 décadas hoy se vean realmente obsoletos.

Una propuesta impopular que podría ayudar a solucionar un poco la crisis que se avecina, es igualar las edades de hombres y mujeres para pensionarse, o aumentar la edad de pensión unos años para ambos. Francia, por ejemplo, subió recientemente la edad de jubilación en dos años, y el gobierno de Emmanuel Macron todavía está sufriendo las consecuencias de haberse atrevido a cambiar las reglas de juego. Las protestas de sindicatos de trabajadores no han finalizado.

Colombia tiene un sistema que combina lo público y lo privado. Colpensiones tiene su propia fórmula para calcular las mesadas. El régimen de los fondos privados de pensiones maneja las cosas de manera diferente. Pensionados actuales de ambas fórmulas certifican que las diferencias en las llamadas de doble asesoría son significativas.

Hansel Vásquez

Es diferente la forma como se computan los promedios, cuáles períodos de cotización se usan para calcular, y en general, la fórmula pública es alejada de la privada. Hay diferencias de opinión entre analistas expertos sobre las bondades de cualquiera de las fórmulas. En lo que sí hay consenso es que ambas no van a poder subsistir en el largo plazo. Si los ingresos siguen con tendencia a la baja llegará un momento en donde la caja se acabe.

La reforma que pretende este gobierno tiene muchos problemas en sus proyecciones. Variaciones mínimas en expectativa de vida, o en salarios promedio hacen un hueco gigante al final de los tiempos.

Es un modelo que va muy al filo de la navaja. Los jóvenes que hoy están en el colegio o la universidad deben comenzar a pensar que existe una seria posibilidad de que cuando ellos tengan entre 57 y 62 años no van a poder pensionarse, ni con este, ni con el nuevo sistema propuesto.

Los recursos no llegarán, entonces cada cual deberá ahorrar para su vejez por su lado. Sin saber exactamente cuándo, lo que sí sabemos es que va a explotar en la cara la bomba pensional.

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