En un acontecimiento que marca un nuevo capítulo en los esfuerzos por la paz en Colombia, el Gobierno Nacional y la disidencia de las extintas FARC conocida como Segunda Marquetalia inauguraron oficialmente la mesa de diálogos de paz en Caracas, Venezuela. El evento, que tuvo lugar este lunes, contó con la presencia destacada de Iván Márquez, comandante del grupo insurgente, cuya aparición pública ha generado considerable atención. Esta iniciativa busca explorar las posibilidades de un eventual desarme y dejación de las armas por parte de la organización guerrillera,
La participación de Iván Márquez en la ceremonia de instalación reviste especial importancia, considerando que se trata de su segunda aparición pública en recientes días. Anteriormente, el líder guerrillero había sido dado por muerto durante el gobierno del expresidente Iván Duque, supuestamente en un bombardeo realizado en territorio venezolano. Su reaparición no solo confirma su supervivencia, sino que también lo posiciona como una figura central en estas nuevas conversaciones de paz. Durante su intervención, Márquez realizó declaraciones significativas, reconociendo la muerte de otros líderes guerrilleros como Jesús Santrich, 'El Paisa' y 'Romaña', y expresando la disposición de la Segunda Marquetalia para alcanzar un acuerdo de paz.
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Por parte del Gobierno colombiano, se han anunciado esfuerzos para facilitar el proceso de negociación y eventual reintegración de los miembros de la Segunda Marquetalia. Una de las iniciativas más relevantes en este sentido es el trabajo en modificaciones normativas orientadas a permitir el enjuiciamiento colectivo de estos grupos armados. Esta aproximación busca agilizar los procesos judiciales y proporcionar un marco legal más adecuado para abordar la situación de los integrantes de la organización guerrillera que decidan acogerse a un eventual acuerdo de paz.
El Ministerio de Justicia ha indicado que, en lugar de proponer una nueva ley de sometimiento, se está considerando realizar reformas puntuales a la legislación vigente. Esta estrategia pretende lograr resultados similares a los que se obtendrían con una ley de sujeción, pero con un menor esfuerzo legislativo. Tal enfoque refleja un intento por parte del gobierno de utilizar los mecanismos legales existentes de manera más eficiente, adaptándolos a las necesidades específicas del proceso de paz con la Segunda Marquetalia.