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Defensora: “Daniel Mendoza ha expresado su satisfacción por relaciones sexuales con niñas”

Considera que designarlo embajador en Tailandia es un retroceso en la lucha contra la violencia de género y los derechos de las mujeres y la niñez.

Foto: Hansel Vásquez/ Revista Alternativa

El nombramiento de Daniel Mendoza como embajador de Colombia en Tailandia por parte del presidente Gustavo Petro sigue siendo un tema de controversia. La Defensoría del Pueblo expresó su rechazo a la designación, argumentando que este tipo de decisiones retroceden en los esfuerzos por proteger los derechos de las mujeres y los niños en el país. La crítica se centra en las opiniones pasadas de Mendoza, relacionadas con temas de violencia de género.

Iris Marín Ortiz, defensora del Pueblo, fue contundente al señalar que las declaraciones previas de Mendoza, en las que ha expresado su “satisfacción por relaciones sexuales con niñas”, son preocupantes. Marín sostuvo que estas declaraciones “alientan la violencia sexual de género y particularmente contra los niños”, lo que pone en duda su idoneidad para ocupar un cargo diplomático de tal relevancia.

El señor Mendoza ha expresado públicamente su satisfacción con relaciones sexuales con niñas, que en ocasiones se refiere a que se encuentran en estado alterado de la conciencia, o con mujeres adultas a quienes se les ha suministrado previamente drogas. Eso no es amor son modalidades de violencia sexual contra las mujeres, y peor aún, contra las niñas.

La defensora agregó que el nombramiento de Mendoza “desconoce que esta es una cultura violenta y violenta contra los más vulnerables”. En su intervención, destacó que la designación no solo contraviene los esfuerzos en favor de la igualdad de género, sino que también representa un retroceso en la protección de los derechos de las niñas y las mujeres en Colombia.

Marín también subrayó que, aunque el Gobierno ha manifestado su rechazo a la violencia de género, con este nombramiento “lo refuta con su acción”. Según la Defensoría, el Ejecutivo no está actuando en concordancia con sus pronunciamientos sobre la importancia de erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas, sino que, por el contrario, perpetúa una “tradición de violencia de género”.

Por último, la defensora pidió al Gobierno que reconsidere sus decisiones y no permita que estas “retrasen el derecho de las mujeres y de las niñas a un buen futuro”. En su intervención, insistió en que las niñas y mujeres colombianas merecen vivir una vida libre de violencia y que este tipo de nombramientos no contribuyente a esa meta.