El ministro de Salud, Fernando Ruiz, resalta los niveles de vacunación logrados en este año de pandemia y los avances en materia de producción de vacunas en el país, para garantizar la inmunización a futuro.
Por Ana Luz Castillo Barrios
Periodista de Revista Alternativa
Fotos: Ministerio de Salud y Protección Social
Pese a que estamos en el cuarto pico de la pandemia y a que aún cientos de personas continúan reticentes o indiferentes a la vacuna, el balance del Ministro de Salud, Fernando Ruiz, sobre este segundo año de combate contra la covid-19, es optimista y alentador.
Asegura que al cierre de 2021 se cumplirá la meta del 70 % de población vacunada por lo menos con la primera dosis, y confía en que la obligatoriedad del carné de vacunación para acceder a lugares y eventos públicos de gran aforo surta su efecto y contribuya en gran medida a que se cumpla ese objetivo.
Así mismo, le dijo a Alternativa que se están adelantando importantes gestiones destinadas a que Colombia sea escenario de investigación, producción de inmunizantes e implementación de nuevas tecnologías, lo que permitiría garantizarles a los colombianos un futuro con la covid-19 a raya.
Alternativa: Ministro, ¿cómo termina este segundo año de pandemia para los colombianos?
Ministro Fernando Ruiz: Todo apunta a que vamos a cumplir la meta de vacunar contra el covid-19 al 70 % de la población en Colombia, y para lograr ese objetivo vamos muy bien. Con corte al 10 de noviembre, ya son 50.537.341 dosis aplicadas, de las cuales 22.501.438 corresponden a esquemas completos (a 27 de noviembre, última fecha con cifras consolidadas antes de la publicación de este artículo, se habían aplicado en Colombia 56.518.538 de dosis y 24.420.606 personas tenían el esquema completo. Las dosis de refuerzo aplicadas iban en 1.363.564). Por grupos de edad encontramos que el 91,1 % de la población de 70 años en adelante ya completó su esquema; entre los de 50 a 59 años vamos en 75,2 %; entre los de 30 a 49 años , en 59,2 %; de 12 a 29 años, en 27,9 %; y de 3 a 11 años ya llevamos el 10,9 % que se aplicó su primera dosis.
En lo que corresponde a la afectación por la enfermedad, actualmente empezamos a ver un incremento de casos, lo que de acuerdo con las proyecciones del Instituto Nacional de Salud corresponde al cuarto pico epidemiológico del Sars-CoV-2 en Colombia. Estos incrementos los vemos en ocupación de UCI, nuevos casos y fallecimientos en departamentos como San Andrés, Magdalena, Atlántico, Norte de Santander y Antioquia; y el nuevo incremento empieza a insinuarse en Quindío, Valle del Cauca y Santander. De ahí el llamado a mantener las medidas de bioseguridad (uso de tapabocas y lavado de manos) permanentemente; y lo más importante, a vacunarnos y completar los esquemas. Debemos tener presente que la pandemia sigue representando un riesgo, más ahora que nos enfrentamos a la variante delta.
¿Se siente satisfecho con los logros, en general?
Hay que decir que Colombia ha volcado todas sus capacidades en la atención de la pandemia. Por ejemplo, para los pacientes covid-19 aumentamos las camas UCI pasando de 5.300 en marzo de 2020 a un poco más de 13.000 actualmente. Los laboratorios de salud pública ya son más de 200, ubicados en diferentes centros urbanos del territorio nacional. Aseguramos las dosis de vacunas para toda la población priorizada en el Plan Nacional de Vacunación, con vacunas efectivas y seguras. Valoramos el trabajo de nuestro talento humano en Salud que atendió la pandemia y por ello dimos bonificación económica. Dispusimos recursos económicos adicionales para el cuidado de los pacientes. Actualmente, la capacidad de diagnóstico de la covid-19 es de un poco más de 120.000 pruebas diarias. Hemos acompañado a los territorios en sus estrategias con más de 100 puestos de mando unificados cada viernes desde que comenzó la pandemia. Son algunas de las acciones que dejan ver la destacable labor que ha cumplido el Gobierno nacional.
“El propósito de tener una seguridad sanitaria para futuras situaciones como una pandemia va bien. Ya hemos firmado diferentes memorandos de entendimiento con algunas farmacéuticas”.
¿La decisión de exigir carné de vacunación para el ingreso a establecimientos y eventos de grandes aforos está basada en parte por las proyecciones del cuarto pico?
El avance en el Plan Nacional de Vacunación y la disponibilidad de vacunas nos permiten tomar decisiones con miras a seguir recuperando la vida, proteger la salud y no retroceder en la economía. Esa es la razón de ser del Decreto 1408 de 2021 que oficializa la exigencia del carné. Esta es una medida muy consensuada y analizada con todo el equipo de Gobierno y expertos. Es un último esfuerzo que debemos hacer los colombianos para garantizar que la vacunación llegue a la mayor cantidad de la población y que logremos la inmunidad colectiva.
¿Cómo será esta nueva ola de contagios?
Respecto a la llegada del cuarto pico, insistimos en la vacunación porque eso permitirá que el impacto no sea mayor. Ya hemos visto que la mayoría de los pacientes que llegan a UCI actualmente son personas que no se vacunaron. Entonces vacunémonos todos. Y si bien las proyecciones indican que el cuarto pico no tendrá el impacto que tuvo el tercero (aunque tenga cierta influencia de delta y de las demás variantes), debemos considerar que toda muerte o caso grave representa dolor; por lo tanto, no debemos bajar la guardia ni minimizar el impacto. En las manos de todos está que tengamos un pico leve.
¿Quiénes son los que no se quieren vacunar, de acuerdo con su monitoreo y evaluación? Además de la exigencia del carné de vacunación, ¿qué otras estrategias se adelantarán para motivar a las personas aún reacias a la inmunización?
Desde el Ministerio de Salud y Protección Social se reconoce que las razones para no vacunarse pueden ser varias. En primer lugar, están los indecisos, quienes todavía lo están pensando, pero que seguramente se van a vacunar y que son los que van llegando semana a semana a los puntos de vacunación. Segundo, hay un grupo importante de personas (adultos mayores principalmente) que se quieren vacunar, pero sus hijos o nietos les dicen que no lo hagan. En este caso se está coartando el derecho a la decisión autónoma de acudir a la vacunación. Y tercero, hay un grupo que definitivamente ha dicho que no se quiere vacunar, pero que igualmente tiene su vacuna garantizada por si cambia de opinión. Nuestra invitación es que se vacunen, no solo por ellos, sino también por su familia, amigos, compañeros.
¿Están aseguradas la vacunación permanente y las dosis de refuerzo?
Desde que iniciamos la vacunación en el mes de febrero hemos tenido garantizadas las dosis para cada uno de los grupos a los que les fuimos dando apertura, de acuerdo con la priorización definida en el Plan Nacional de Vacunación. Hoy tenemos todos los grupos abiertos y contamos con más de 17 millones de vacunas aseguradas para aquellos que aún no se han vacunado. De manera paralela seguimos dando apertura a otros grupos para que reciban sus dosis de refuerzo.
¿Cada cuánto nos tendremos que vacunar contra la covid-19?
Eso lo dirá la evidencia científica; por lo pronto las vacunas han demostrado una efectividad sostenida en el tiempo, y en el caso de personas en riesgo o con sistemas inmunológicos débiles, hemos reforzado tal cual lo han recomendado los expertos.
“Hay un grupo de adultos mayores que se quieren vacunar, pero sus hijos o nietos les dicen que no lo hagan. Se está coartando el derecho a la decisión autónoma de acudir a la vacunación”.
¿Cómo va el proceso para producir vacunas en Colombia? ¿En cuánto tiempo se hará realidad y cuánto se podría ahorrar el país con él?
El propósito de tener una seguridad sanitaria para futuras situaciones como una pandemia va bien. Ya hemos firmado diferentes memorandos de entendimiento con algunas farmacéuticas y hemos realizado comisiones internacionales a EE.UU., Corea del Sur, India y Emiratos Árabes, entre otros países que nos han permitido avanzar en diferentes frentes. Hemos explorado las posibilidades de intercambio de producción, de generación de conocimiento en vacunas y transferencia tecnológica hacia Colombia. Firmamos memorandos de entendimiento con SK Bioscience, el Instituto Serum e Inovio, entre otros laboratorios; y así seguimos avanzando en lo que representa la seguridad sanitaria de nuestro país a futuro.
¿Cómo ve el panorama para 2022? ¿Por cuánto tiempo más seguiremos con la obligatoriedad de usar el tapabocas? ¿Será el año para la recuperación social, económica y de la salud y el bienestar de los colombianos?
Veo un 2022 con una recuperación en la vida y en la economía gracias a la vacunación; para ello cuento con el compromiso de los colombianos para alcanzar la meta de inmunización. Mientras tanto seguimos con las recomendaciones ya definidas en la Resolución 777 de 2021, como el uso permanente del tapabocas y el lavado de manos, principalmente; el comportamiento del virus y el avance en la vacunación nos dirán en qué momento podremos dejar de usar el tapabocas, el cual ha sido una medida no farmacológica muy efectiva.
¿A nivel personal, cuáles son las enseñanzas más importantes que le ha dejado esta experiencia? ¿Qué hace ahora que antes no hacía? ¿Qué mensaje de esperanza, de cara a la mitigación de la pandemia, le quiere transmitir al país?
Esa es una pregunta muy interesante, porque la pandemia ha sido una enseñanza constante ya que nadie estaba preparado para una emergencia de tal magnitud, y gracias a la confianza del presidente Iván Duque y del trabajo de los equipos técnicos del Ministerio de Salud y Protección Social he podido tomar decisiones trascendentales para la salud pública de los colombianos. La pandemia nos cambió la vida a todos, nada es igual a los tiempos de prepandemia. Pero ese cambio nos ha permitido reflexionar como personas, nos ha hecho valorar el tiempo en familia; hoy vemos la vida de una forma diferente, vivimos la casa de una manera multifuncional trabajando, estudiando y cocinando en ella; y ahora que estamos volviendo a la presencialidad damos valor a cosas que antes dábamos por sentado. Entonces es cierto que la covid- 19 nos ha quitado mucho, pero también nos deja enseñanzas. Lo anterior nos permite reconocer que el futuro es esperanzador, como sociedad demostramos que podemos hacer mucho por los demás. Vacunarnos y usar el tapabocas es hacer algo vital por el vecino, el amigo o el familiar. Entonces sé que de esto salimos juntos, ya falta poco y seguramente lo más difícil ya lo atravesamos.