Las comisiones económicas del Congreso negaron el monto del Presupuesto General de la Nación para 2025, que asciende a 523 billones de pesos, tras varias horas de discusión. Esta propuesta, que era similar a la presentada por el Gobierno, fue rechazada junto con la del Ministerio de Hacienda, generando un debate sobre las posibles soluciones.
El Ministerio de Hacienda había radicado un presupuesto de 523 billones de pesos, de los cuales 12 billones dependían de la aprobación de la nueva reforma tributaria. Este monto fue uno de los puntos más debatidos, especialmente por su relación con la financiación del Gobierno y las medidas que se esperaban aprobar con la reforma.
A pesar de que varios congresistas apoyaban una reducción del presupuesto, ninguna de las proposiciones presentadas logró obtener consenso en las comisiones. Una de las propuestas más destacadas fue la del presidente del Senado, Efraín Cepeda, que planteaba reducir el presupuesto en 12 billones, quedando en 511 billones de pesos. Esta propuesta fue firmada por legisladores de diferentes partidos políticos.
Durante el debate, el director del Departamento Nacional de Planeación, Alexander López, explicó que una de las razones principales del déficit presupuestal fue la decisión de la Corte Constitucional, que anuló el artículo de la anterior reforma tributaria que impedía a las empresas mineras deducir el valor de las regalías de sus impuestos. López afirmó que esta medida tiene un impacto financiero significativo en las cuentas públicas.
El Gobierno había propuesto un presupuesto que destinaba 112,6 billones de pesos al servicio de la deuda, lo que representa un aumento del 19% respecto al año anterior. Además, se previeron 327,9 billones para los gastos de funcionamiento, lo que también muestra un incremento del 6%. No obstante, la inversión se reduciría un 17%, bajando a 82,4 billones de pesos en 2025.
En cuanto a los sectores prioritarios del presupuesto, el Gobierno destinó 78,6 billones para la protección económica de la vejez, 65,3 billones para el aseguramiento en salud y 48,9 billones para la educación. Estos programas son parte de la nueva estructura presupuestal por programas y resultados, que busca una mayor eficiencia en la distribución de recursos.
El Congreso continuará analizando las alternativas para ajustar el presupuesto en las sesiones siguientes, buscando una solución ante el déficit fiscal y las demandas de financiación que enfrenta el país para el próximo año.