Los siete exmandos medios del Bloque Noroccidental de la extinta guerrilla de las FARC asumieron su responsabilidad por crímenes de guerra y de lesa humanidad. Estas imputaciones, formuladas en enero pasado, incluyen los secuestros ocurridos en Antioquia, el norte del Chocó, el sur de Córdoba, Caldas y Risaralda. Quienes admitieron su responsabilidad en los hechos fueron el actual senador del partido Comunes (surgido de las Farc), Pedro Baracutao, quien fue comandante del Frente 34; al igual que Luis Óscar Úsuga, alias Isaías Trujillo o El Viejo; Jesús Mario Arenas, alias Marcos Urbano; Rodolfo Ruiz Restrepo, alias Víctor Tirado.
En el documento expresaron que guardan la esperanza de que, fruto de los propios esfuerzos, algún día se les cubra “con el manto liberador del perdón” y se avance “como sociedad hacia una patria hermanada, unida, justa y digna".
El pronunciamiento marca un reconocimiento formal de los hechos perpetrados durante el conflicto armado.
Entre los casos destacados en el escrito se encuentra el secuestro y asesinato de Guillermo Gaviria Correa, gobernador de Antioquia; el plagio del excongresista Óscar Tulio Lizcano; y el homicidio de Gilberto Echeverri, exministro de Defensa y consejero de paz.
El 5 de mayo de 2003, en medio de un intento de rescate fallido por parte del Ejército, Gaviria, Echeverri y ocho militares fueron asesinados con tiros de gracia por sus captores. Este suceso ocurrió tras varios meses de cautiverio luego de ser secuestrados mientras participaban en una marcha en el municipio de Caicedo, Antioquia.
Por otro lado, el caso de Óscar Tulio Lizcano detalla que fue secuestrado el 5 de agosto del 2000 en el municipio de Riosucio, Caldas. Al ser considerado "canjeable", permaneció en cautiverio durante ocho años hasta lograr fugarse el 26 de octubre de 2008. Este caso se suma a las múltiples acciones reconocidas por los excomandantes ante la JEP.