Sábado, 05 de octubre de 2024 Suscríbase
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Reforma Pensional

Bomba pensional

Si la reforma pensional pasa el examen de la Corte Constitucional, a partir del 1 de julio de 2025 pasarán cerca de 16 millones afiliados a Colpensiones que no está preparada para atender a 26 millones de pensionados. Se vaticina un caos total en el sistema.

Foto: Alternativa/Hansel Vasquez

Se aprobó finalmente el Proyecto de Ley de Reforma Pensional con un accidentado paso por el cuarto debate que dejó serias dudas sobre la posibilidad de que hubiera un vicio de trámite.

Copiar el texto que venía del Senado para Cámara, sin abrir el espacio a la deliberación, todo con tal de ganar tiempo y evitar la conciliación, deja a la reforma con un gran asterisco cuando ingrese a revisión en la Corte Constitucional. La revisión viene acompañada de demandas que ya fueron anunciadas por algunos miembros de la oposición.

La perla, que ojalá los magistrados tengan en cuenta a la hora de revisar, es que el ministro de Interior, Luis Fernando Velasco, le confesó a diversos medios de comunicación, que algunas “fallas” o “errores” que trae el texto se deberán corregir con una siguiente reforma pensional que va a ser presentada en la próxima legislatura.

Lo primero que hay que decir es que, si la reforma pasa el examen en la Corte Constitucional, a partir del 1 de julio del próximo año el país observará en cuestión de días un desborde en los sistemas informáticos de Colpensiones. La entidad no está preparada para triplicar la cantidad de afiliados en tan poco tiempo. Pasarían cerca de 16 millones adicionales a los 10 millones que ya tiene hoy. La transición requiere adecuar los sistemas de información y ajustar los procesos de contratación de la entidad. Colpensiones comienza contra el tiempo, igual a lo que sucedió con la Nueva EPS que no pudo manejar tantos traslados.

“Una parte de la reforma se considera la población solidaria que busca crear un régimen especial para las personas que actualmente no cuentan con una pensión porque no consiguieron cotizar las suficientes semanas y no logran entrar al sistema de potenciales pensionables. El grueso de este pilar son los hombres mayores de 65 años, y mujeres mayores de 60 años que con las normas actuales hoy no podrían acceder a una pensión”

Lo que trae

El corazón de la reforma incluye obligar a todos los colombianos a que una parte de su salario, en efecto hasta lo correspondiente a 2,3 salarios mínimos, se vaya como aportes a cotizar en Colpensiones. Esta decisión atenta contra la libertad de elección pues la gran mayoría quedan inducidos a permanecer en un solo fondo: Colpensiones. Las únicas excepciones a esta norma van a ser las de los que están en algún régimen de transición.

Luis Fernando Velasco - Foto: Alternativa/Hansel Vasquez

En el nuevo modelo los recursos pasan a ser “confiscados”. Los ahorros de los 18 millones de colombianos que hoy están en alguno de los fondos privados y cuyos dineros correspondientes a los aportes hasta 2,3 salarios se irán a un fondo común en Colpensiones. Por supuesto en el largo plazo, los fondos privados van a ir decreciendo hasta desaparecer eventualmente.

Una parte de la reforma se considera la población solidaria que busca crear un régimen especial para las personas que actualmente no cuentan con una pensión porque no consiguieron cotizar las suficientes semanas y no logran entrar al sistema de potenciales pensionables. El grueso de este pilar son los hombres mayores de 65 años, y mujeres mayores de 60 años que con las normas actuales hoy no podrían acceder a una pensión.

Una segunda población es la denominada del semicontributivo. Estos son trabajadores que han cotizado en el sistema, y no les alcanzan las suficientes semanas para acceder a la pensión. No están en condiciones de edad o pobreza extrema, pero estarían en un limbo eventualmente. Esta segunda proporción de colombianos es la más grande.

Foto: Shutterstock

Una tercera población se denomina la contributiva, que corresponde a la discusión de los 2,3 salarios mínimos, y son todos los que van a contribuir al reparto en el que las generaciones del futuro, con sus aportes, van a financiar las mesadas pensionales de generaciones actuales. Esta tercera población es donde mayor discusión hubo entre gobierno y expertos, ya que es por donde más fácil se va a reventar la bomba pensional.

¿Y la edad?

La lucha ideológica sobre el umbral de 2,3 salarios, y no de 1 o 1,5 salarios mínimos como proponían los actuarios de las compañías y expertos en la materia genera un hueco a largo plazo. Con este sistema se aumentan entonces los subsidios hasta abrir un descuadre financiero en el sistema imposible de tapar.Lo más grave es que no se modificó la edad de pensión. Países como Francia acaban de subir la edad en dos años para hombres y mujeres.

Foto: Alternativa/Hansel Vasquez

El gobierno de Emmanuel Macron, en Francia, enfrentó largas jornadas de protestas de diferentes sectores sociales. A pesar de la molestia en las calles de diferentes ciudades del país, Macron siguió adelante con la iniciativa. No tenían los franceses otra opción, su sistema tiene un horizonte de desastre muy pronto en el tiempo. En todo el planeta pasa lo mismo.

En Colombia la expectativa de vida que tenemos hoy no es la misma que la de hace 40 o 50 años. La tecnología en salud ha logrado que las personas vivan mucho más tiempo. El valor promedio que se debe calcular para un pensionado es mayor. Hoy con cifras oficiales las mujeres alcanzan una expectativa de vida de hasta 80 años.

Por la parte de los nuevos colombianos ingresando al sistema viene un lío grande: hay menos nacimientos en promedio que antes y los jóvenes ahora no piensan en estabilidad laboral. Tampoco es fácil encontrar jóvenes que tengan en sus planes tener hijos, hoy muchos prefieren las mascotas.

Va a ser muy difícil que la totalidad de los jóvenes que salen de la Universidad entren a cotizar formalmente como se hacía en los años 90 o anteriores décadas. Este sistema piramidal no tiene otro destino diferente al del colapso. Algún gobierno del futuro deberá subir las edades de pensión, o igualar las de las mujeres con las de hombres para frenar el impacto. Se tendría que hacer entonces una nueva reforma pensional que ajuste los parámetros de edad de pensión. También se deberá eventualmente impulsar una nueva reforma tributaria para poder pagar los subsidios que hoy se están aprobando. Las cuentas no cuadran por ningún lado. Estamos ante una verdadera bomba pensional.