Un ataque con granada contra la estación de Policía de Suárez, en el departamento del Cauca, resultó en un agente herido durante la tarde del jueves. Según informes preliminares, el ataque se dirigió específicamente a la parte posterior de la instalación policial. El oficial afectado sufrió heridas causadas por las esquirlas de la explosión, mientras que tres civiles experimentaron aturdimiento como consecuencia de la detonación.
Las investigaciones iniciales sugieren que el ataque pudo haber sido ejecutado mediante el uso de un dron, una táctica que se ha vuelto cada vez más común entre los grupos armados ilegales que operan en la zona. Esta metodología ha sido asociada particularmente con las disidencias de las FARC, quienes han empleado estos dispositivos tecnológicos en múltiples ocasiones para llevar a cabo ataques en diversos municipios del Cauca.
La recurrencia de ataques utilizando drones ha llevado a las autoridades departamentales a tomar medidas preventivas. El gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, anunció el mismo día del ataque que el departamento adquirirá inhibidores de drones como parte de una estrategia para contrarrestar esta amenaza emergente.
El ataque a la estación de policía de Suárez ha sido catalogado como una violación al Derecho Internacional Humanitario, subrayando la gravedad de estos incidentes más allá de su impacto inmediato en la seguridad local. La utilización de drones para fines hostiles no solo representa una amenaza directa para las fuerzas de seguridad, sino que también pone en riesgo a la población civil, como lo demuestra el aturdimiento de tres civiles en este caso.