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“Al Pacto Histórico le irá mal en las elecciones de octubre”

Daniel García-Peña fue el “canciller” de la Alcaldía de Bogotá de Gustavo Petro. Lideraron juntos varios proyectos de izquierda y terminaron distanciados, en parte, por la personalidad del hoy presidente. Hoy están más cerca, pero sigue manteniendo una lectura crítica frente a las realidades del país

Daniel García-Peña, ex alto comisionado de Paz

Por: Alejandro Villegas

Periodista – Especial para Revista Alternativa

Alternativa: Usted fue Alto Comisionado de Paz y trabajó en varias ONG. Justamente quisiera comenzar preguntándole por eso. ¿Cómo va la paz total?

Daniel García-Peña: Hay que entender que la situación de la violencia y del conflicto es mucho más compleja que antes. Hoy hay diversidad de grupos armados, y por lo tanto, se requiere una política que tome en cuenta esa realidad, sin embargo, creo que si bien el propósito es correcto, hay un problema grave y es la necesidad de precisar la diferencias de los grupos. Se ha venido corrigiendo eso con la Ley de la Paz Total, no obstante, se mandaron mensajes equívocos y no hay claridad sobre el marco jurídico que se empleará con algunas organizaciones.

Hay que rescatar que el proceso más importante es con el ELN, porque nunca se había avanzado como hasta ahora. Hay unos acuerdos en curso, con dos carriles, que son el cese al fuego y la participación ciudadana.

¿Es el alto comisionado, Danilo Rueda, el hombre para conducir estas negociaciones? Se lo pregunto por las polémicas en las que se ha visto envuelto, en los que pareciera ser más benévolo con los armados que con las víctimas.

Como yo estuve sentado en su lugar, sé que es un trabajo muy difícil buscar un equilibrio. Por un lado, establecer las exigencias por parte del Estado, pero por otro lado, ser mediador en cuanto a las realidades de estos grupos.

No se puede decir que él haya hablado a favor de los victimarios, creo que no es una caracterización correcta. Él ha venido estableciendo mayores claridades, por ejemplo, con el Clan del Golfo. Ahora hablaba del proceso de paz con el ELN, pero hay que resaltar que se inicia una negociación con el llamado Estado Mayor Central de las Farc; hay importantes resultados que se han mostrado en Buenaventura con las treguas y han venido adelantándose conversaciones en Medellín con otras organizaciones. Asumir ese reto grande, implica que muchas veces no se den los resultados en los tiempos que uno quisiera.

“Como yo estuve sentado en su lugar, sé que es un trabajo muy difícil buscar un equilibrio. Por un lado, establecer las exigencias por parte del Estado, pero por otro lado, ser mediador en cuanto a las realidades de estos grupos”

Le pregunto por la otra paz, la paz social. Hay un clima de inquietud frente a reformas del Gobierno y con choques entre distintos sectores. ¿Es que hay resistencia al cambio o es que el Gobierno se está equivocando frente a las formas?

El Gobierno llegó con una agenda muy ambiciosa de querer reformarlo todo a la vez y creo que ahí hay una equivocación. Hay aspectos que tienen que ver con la matemática en el Congreso y efectivamente el Gobierno no tiene una mayoría. Yo, por ejemplo, no entendí la decisión de disolver la coalición que había tenido hasta abril de este año. El Gobierno también tiene que vender mejor las cosas que hace. La reforma tributaria es un ejemplo o el Plan Nacional de Desarrollo, que ha tenido elementos históricos. Ha faltado mostrar que se han hecho cosas importantes

Otro sobresalto es el estilo de liderazgo del presidente. Usted que lo conoce desde su militancia en la AD M-19, en el Polo Democrático cuando fue secretario y en la Alcaldía de Bogotá como funcionario, ¿son legítimas esas preocupaciones?

Uno no puede perderse del fondo, y es que estamos ante un proceso histórico de un gobierno de izquierda, con una agenda de reformas profundas, Petro responde a ese proceso. Él es el resultado del primer acuerdo de paz, a comienzos de los 90; de la Constitución del 91. Muchas veces hay declaraciones que él hace o hacen sus ministros, que pueden no ser convenientes porque hoy en día, desafortunadamente, la política se ha convertido en un espectáculo y un medio de entretenimiento. Una frase tomada fuera de lugar, termina siendo la noticia del día.

Petro ha tenido una agenda necesaria de trasformaciones de este país e interpreta una Colombia que quiere cambios. Yo no me pierdo en el estilo o los trinos, aunque sí me gustaría que no le dedicara tanto tiempo al Twitter (hoy X).

Usted renuncia a la administración de Petro como el “canciller” de la Alcaldía e hizo una radiografía de los errores, terminó con una frase que sigue resonando: “un déspota por ser de izquierda, no deja de ser déspota”. ¿Algo de esos rasgos se mantienen con el presidente?

(Risas) Hay rasgos de su personalidad que a muchos le recuerda la frase. Lo cierto es que el Petro de hoy es un Petro muy distinto. Que me sigan citando, pero dejo a los lectores que juzguen si la frase sigue teniendo algo de vigencia.

Allí en esa misma carta usted toca un asunto que ya se está volviendo en un tema de discusión pública y es la impuntualidad del presidente. Dijo que “es un profundo irrespeto a los demás”. ¿Qué puede explicar esas ausencias y cancelaciones permanentes?

Reitero que la impuntualidad es un irrespeto. En su defensa diría que Petro cuando se sienta con alguien, se sienta a escuchar y cuando ve que es un tema interesante, se mete a profundidad en esa discusión.

Estamos a días de las elecciones locales. ¿Cómo le irá al Pacto Histórico?

Mal. No nos puede ir bien porque no tenemos nada. El Pacto Histórico no tiene ninguna de las alcaldías.

¿Pero Medellín no es del Pacto Histórico?

Pero Quintero no fue elegido por el Pacto Histórico, pero bueno digamos que al Pacto no le irá bien por asuntos como las diferencias internas, las incapacidades para ponerse de acuerdo en la escogencia de candidatos. La única excepción es con Bolívar y vamos a ver cómo le va.

¿Pero no es menor que llegaran a perder la Alcaldía de Bogotá?

Es difícil que gane Bolívar, porque las encuestas son desfavorables. No tiró la toalla, pero a él la gente lo identifica con Petro. Pero viene la otra pregunta y es quién va a recoger eso y hay quienes dicen que se rencauchará la derecha, pero yo creo que el gran derrotado también será el Centro Democrático. Podemos estar ante el resurgimiento de clanes políticos.

¿Podrá sobrevivir el Pacto más allá de Petro o puede terminar siendo un proyecto condenado a desaparecer?

Esa es la pregunta que está por verse, pero hay un alto riesgo que desaparezca sino se organiza, pero es una crisis no solo del Pacto, sino de la política en Colombia. Los partidos, tanto de izquierda como de derecha, tienen ausencias de organizaciones y de programas que son la base de cualquier democracia. Usted ve cómo el Partido Verde está en mil pedazos. Estas elecciones de octubre van a ser muy raras porque no habrá un claro ganador y quienes ganen, serán de coaliciones rarísimas. Va a ser difícil leer esta reconfiguración.