El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acogió el informe trimestral de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, reafirmando su apoyo al proceso de paz, pero también dejó algunas observaciones sobre otros asuntos inherentes al conflicto armado en el país.
Respecto al diálogo entre el Gobierno y el ELN, la ONU manifestó su desilusión por la falta de renovación del cese al fuego bilateral. Reiteró el llamado del secretario general para que se restablezca "lo antes posible" el cese de hostilidades, con el fin de mejorar la seguridad en las comunidades afectadas por el conflicto armado.
El organismo internacional valoró la disposición del Gobierno colombiano y el grupo armado para reanudar las negociaciones y superar el estancamiento actual. Expresaron su preocupación por el estancamiento del diálogo, pero al mismo tiempo acogieron con agrado la voluntad de las partes para seguir buscando una solución pacífica al conflicto.
Sobre el Acuerdo de Paz con las FARC en el año 2016, destacó la energía del Gobierno colombiano para avanzar en la implementación. El órgano internacional subrayó la importancia de que el Estado refuerce su presencia en las regiones más afectadas por el conflicto. "Es crucial fortalecer la presencia del Estado en las zonas rurales", señalaron los representantes del Consejo, quienes también destacaron la urgencia de agilizar los esfuerzos para llevar dividendos de paz a las comunidades más vulnerables.
El informe también reflejó la creciente preocupación de la ONU por la violencia e inseguridad persistente en el país, especialmente en las zonas rurales. El Consejo alertó sobre "el asesinato de excombatientes, líderes indígenas y sociales, incluidas mujeres", a raíz de disputas relacionadas con la tierra y el medio ambiente. En este sentido, instaron al Gobierno a emitir "de manera urgente" el decreto que formaliza el programa de protección para los excombatientes.