El Gobierno Nacional y la autodenominada ‘Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano’, disidencia que se separó del grupo criminal Segunda Marquetalia, avanzaron en la reactivación de la mesa de negociaciones. Las partes acordaron una nueva agenda de cinco puntos y protocolos de negociación para buscar acuerdos antes de finalizar el mandato de Gustavo Petro.
El jefe negociador del Gobierno, Armando Novoa, señaló que los diálogos incluirán temas como transformación territorial y el establecimiento de un estatus que permita la participación política de los miembros del grupo armado. Estos puntos fueron priorizados en el marco de las discusiones para construir las bases de un acuerdo duradero.
Uno de los puntos que admitió Walter Mendoza, representante de la ‘Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano’, es que su interés principal es lograr participación política. Según sus declaraciones, no buscan curules en el Congreso, pero exigen garantías para que integrantes de su organización puedan postularse a cargos de elección popular.
En cuanto a la implementación y verificación de lo pactado, las partes definieron un Mecanismo de Seguimiento y Verificación al Cumplimiento de los Acuerdos. Según Mendoza, el objetivo es alcanzar resultados concretos antes de que termine el periodo presidencial actual.
Adicionalmente, se establecieron protocolos para garantizar el funcionamiento de la mesa de negociación, incluidos aspectos como la movilización de las delegaciones, garantías de seguridad y mecanismos para afrontar posibles rupturas en los diálogos. En paralelo, Novoa afirmó que el Gobierno mantiene abierta la posibilidad de diálogo con “Iván Márquez” si este demuestra voluntad para alcanzar la paz.