Luego del asesinato de Miguel Ángel López, Zulay Durán Pacheco y su bebé de nueve meses en Tibú, Norte de Santander, se reportan intensos enfrentamientos entre las disidencias de las FARC y el ELN en la región del Catatumbo, aunque no tendrían relación ambos hechos.
Según informes no oficiales, los enfrentamientos ya habrían dejado víctimas, aunque aún no se han confirmado detalles precisos sobre las víctimas.
Frente a la situación de violencia, el Ejército Nacional emitió un comunicado oficial en el que informó sobre las acciones que está llevando a cabo para hacer frente a los enfrentamientos armados entre los dos grupos guerrilleros.
El Comando de la Trigésima Brigada destacó que la institución se encuentra en la zona de conflicto, cumpliendo su misión de garantizar la seguridad de las comunidades de los municipios de Teorama, Convención, Tibú y La Gabarra.
El Ejército Nacional también rechazó los hechos violentos, calificándolos como “una flagrante violación a los derechos humanos e infracción al derecho internacional”.
En su pronunciamiento, la institución subrayó que estos ataques ponen en riesgo la vida e integridad de la población civil, incluidos niños y adolescentes, quienes se han visto expuestos a la violencia de los grupos armados.
El crimen de la familia López Durán, que se encontraba viajando en su vehículo en la región de Tibú, ha generado gran consternación en la comunidad. La familia era propietaria de una funeraria local.
La situación en el Catatumbo ha sido históricamente marcada por la presencia de grupos armados ilegales, lo que ha contribuido al aumento de la violencia en la región. Los enfrentamientos entre el Frente 33 de las disidencias de las FARC y el ELN han generado preocupación debido a la escalada de los combates en las últimas semanas, poniendo en peligro la seguridad de los habitantes.