El hallazgo de este material explosivo, que pertenecería aa las disidencias de las FARC de las estructuras 18 y 36, se realizó en la vereda El Morro, del municipio de San Andrés de Cuerquia, Antioquia.
Hasta la zona llegaron soldados del Batallón de Infantería N.° 10 Coronel Atanasio Girardot, quienes recibieron información de la comunidad sobre la existencia de un lugar donde se producían y almacenaban explosivos. En la inspección se encontraron tres talleres clandestinos de fabricación de explosivos, que estaban operando bajo la fachada de un taller de carpintería.
Dentro de las bodegas había 95 minas antipersonal en proceso de fabricación y 31 listas para ser instaladas, además de 554 resortes para activación de minas antipersonal, un equipo móvil acondicionado como detonador, tornillos utilizados como metralla, tres explosivos conocidos como sombreros chinos, una motocicleta, tres equipos de cómputo, un arma corta con sus componentes, material de intendencia de uso privativo de las Fuerzas Militares, metros de cordón detonante y otros elementos para la fabricación de explosivos.
Con esto dice el Ejército se estaban fabricando explosivos destinados a ser lanzados desde drones, ya que entre el material incautado se encontró un prototipo de cohete similar a otros hallados en diferentes regiones del país.