En la vereda San Antonio de Gurumendy, zona rural de López de Micay, las fuerzas de seguridad destruyeron cuatro retroexcavadoras, una draga y dos motores industriales. Estos equipos eran utilizados por las estructuras Carlos Patiño y Jaime Martínez de las disidencias de las FARC para extraer oro ilegalmente de la cuenca del río Micay.
Según informes militares, las disidencias extraían mensualmente un promedio de 4.000 gramos de oro, generando ingresos de más de 1.200 millones de pesos en el mercado ilegal. La actividad ilícita afectó aproximadamente 10 hectáreas de selva, causando la tala de al menos 600 árboles. Se estima que la recuperación de la zona desforestada podría llevar más de 20 años.
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La maquinaria destruida tenía un valor aproximado de 1.400 millones de pesos. Esta operación forma parte de una ofensiva más amplia de la Fuerza Pública en varias zonas del Cauca y el Valle para combatir la minería ilegal, incluyendo esfuerzos para recuperar áreas en el Parque Nacional Farallones de Cali.
En un incidente separado ocurrido el 3 de agosto en el municipio de Morales, Cauca, un grupo armado de al menos 12 hombres interceptó un camión militar en la vereda Matarredonda. Los atacantes, presuntamente miembros de las disidencias al mando de alias 'Iván Mordisco', robaron fusiles, víveres y el vehículo a tres militares. Las fuerzas de seguridad han iniciado un operativo para localizar a los responsables y recuperar los elementos sustraídos.