El país atraviesa una temporada de lluvias que ha dejado 631 eventos climáticos en 277 municipios de 28 departamentos desde el 16 de septiembre. Entre los desastres reportados destacan las inundaciones y movimientos en masa, que representan el mayor número de afectaciones, de acuerdo a balance de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
De acuerdo con las cifras oficiales, 235 de los eventos registrados corresponden a inundaciones, equivalentes al 37 % del total, mientras que los movimientos en masa representan el 33 %, con 210 casos. Otros fenómenos incluyen vendavales (19 %) y crecientes súbitas (6 %). Los departamentos más afectados han sido Cundinamarca, Norte de Santander, Huila, Chocó y La Guajira.
Las emergencias han provocado pérdida de cultivos, colapso de viviendas y daños en infraestructuras clave como vías, escuelas y hospitales. Este panorama ha generado impactos logísticos y económicos en las comunidades perjudicadas, lo que agrava la situación en varias regiones del país.
Ante esta crisis, las autoridades han desplegado ayudas humanitarias y trabajos de recuperación. Según el director de la entidad, Carlos Carrillo, más del 65 % de las familias afectadas han recibido asistencia, incluyendo kits de alimentos, colchonetas y tejas. También se han priorizado labores para despejar vías y restaurar servicios esenciales.
Las lluvias continuarán en las próximas semanas, lo que podría incrementar los riesgos en las regiones ya impactadas. La frecuencia de estos fenómenos ha aumentado 15 % respecto a años anteriores.