¿Sabe usted qué es la Epilepsia? …algo es decirlo y otra cosa es sentirlo. El aliciente principal de su vida a quien le dedica toda la energía y el entusiasmo para avanzar en su investigación y estudio.
Por: Dr. Remberto Burgos de la Espriella
Médico neurocirujano, miembro número 1 de la Academia Nacional de Medicina.
Es una enfermedad crónica, recurrente que se repite en crisis durante toda la vida. La enfermedad es un “verdadero flagelo” que azota y marca al individuo, estigmatiza a la familia, le quita oportunidades laborares y con mucha dificultad encuentra espacio para su formación y desarrollo profesional. Es un azote social.
Todo se consolida con el viaje de Jaime Fandiño a Santiago de Chile y visita durante los primeros meses de 1964 al Profesor Alonso Asenjo. Allí conoció la liga contra la epilepsia y sus fundamentos, entendió sus proyecciones y cuando llego a Cartagena traía el propósito de iniciarla.
El 11 de septiembre de 1964 nace la Liga Colombiana Contra la Epilepsia y se ubica en lo que hoy es el Hotel Santa Clara. Se conto con la decidida colaboración de las Damas del Club de Leones y de admirar como se organizaron para canalizar estos pacientes de los barrios pobres y de las calles para que recibieran atención médica. Algo llamo la atención y fue el cumulo de personas alrededor de la liga pues se entregaba droga y entre estas el fenobarbital y el tegretol.
Quizá la pregunta indicada fue como hicieron para conseguir y repartir la droga sin costo. ¿existía un patrocinador generoso o la secretaria de Salud ayudaba con esta donación?
El impacto que produce la epilepsia es notorio y muchos de los pacientes se sienten abandonado por su enfermedad. Fandiño lo entendió y desde esos años empezó a trabajar en la concepción del FIRE e inaugura en 1970 el Primer Centro para la Rehabilitación del paciente con Epilepsia.
Cumplía uno de sus anhelos: la redención social del enfermo epiléptico y ayudar a abrir los caminos para su reintegro laboral. Allí nace la afiliación mundial al Instituto Mer (Holanda) y el vínculo con el International Bureau of Epilepsy.Estos años de entrega de Fandiño le llevaron a sembrar raíces con centros internacionales que brindaron asesoría durante estos años.
Algo anecdótico regional que admiró uno de sus hijos fue como leía los EEG.Los llevaba cerca de medianoche a su casa y madrugaba tipo 4 am. Allí con su máquina de escribir y viendo el despertar hacia los diagnósticos eléctricos de las alteraciones neurofisiológicas.
Pero faltaba algo en este proyecto de vida. Un sitio donde su pudiese atender integralmente el paciente, conocer su enfermedad, encontrar la etiología y mejorar el pronóstico. Hacerle seguimiento e investigar las causas de sus crisis y porque estas a veces no mejoraban. Faltaba el hospital y con una idea fija en la mente de Fandiño: la cirugía de Epilepsia. En septiembre de 1989 se abre la institución hospitalaria y empieza la función social de este hijo de la Liga Colombiana contra la Epilepsia.
El pulso de los hospitales en Colombia se mide por la asistencia, la docencia y las publicaciones. Este centro ha podido avanzar y desarrollarse y hoy es uno de los puestos hospitalarios que camina a la vanguardia. Todo un recurso en neurofisiología, sofisticadas imágenes diagnósticas con tac y resonancia de última generación. Primero en muchas actividades y cerca de 10.000 cirugías de las cuales 950 han sido dedicada a tratamiento quirúrgico de epilepsia.
Es un centro académico y hay que decirlo con mayúsculas. Reúne a un grupo de profesionales en neurociencias que luego se distribuyen en el país. Sus profesores actualizados y entregados al servicio social de esta enfermedad. Tienen ya radiocirugía disponible y mantendrán esta empresa del talento insuperable en forma indefinida.
Múltiples reconocimientos en estos 59 años para Jaime Fandiño Franky, pero destaco el galardón que da la ILAE y el IBER “International Ambassador Award”. Su esposa, señora Margarete Merz de Fandiño, recibió la distinción “International Volunteer Award” 2008 y en 2011 en Roma.
Sigue presente en los congresos internacionales y su aporte en los nacionales son una muestra de varias décadas de trabajo y de extender la semilla de la seriedad académica entre los grupos asistentes.
Diptongo:
“Si logro con mi arte de cirujano, curar un paciente de la epilepsia, valió la pena mi vida”. Jaime Fandiño