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Cambios sí, pero no así

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Por: Óscar Rodrigo Campo Hurtado /Congresista -Cambio Radical

El país está atravesando por uno de los momentos más complejos de su historia reciente. A la creciente polarización política se le suma el clima de incertidumbre generado por cuenta de iniciativas legislativas que, en su mayoría, y bajo la etiqueta de reformas, realmente son apuestas ideológicas improvisadas con unos riesgos muy nocivos hacia el futuro; las cuales, si se quiere, pueden ser el camino a la desestabilización de la nación.

Ante la situación, y en coherencia con su postura de oposición responsable, el Partido Cambio Radical —liderado por Germán Vargas Lleras—, se reunió el pasado fin de semana en Barranquilla para reflexionar en conjunto sobre las acciones a seguir frente a los debates que tendrán lugar en el Congreso de la República.

Así, por ejemplo, en el Senado empezará el tránsito de la muy nombrada Reforma a la Salud. Su discusión, viene precedida de una estrategia de asfixia financiera promovida por el gobierno principalmente a través de dos frentes: por un lado, aunque la Corte Constitucional le ordenó desembolsar a las EPS la totalidad de los recursos aprobados en el Acuerdo de Punto Final, este sigue siendo renuente. Por el otro, ha retardado deliberadamente el pago de los presupuestos máximos.

Estas maniobras han ejercido una presión contundente sobre el flujo de recursos en el sistema. Algunas EPS pagando a tiempo a los prestadores, pero a expensas tanto de su patrimonio como de sus reservas técnicas. Otras, conservando ambos fondos, pero cumpliendo a cuentagotas con su red de servicios.

Para completar el panorama, el fantasma del fracasado Seguro Social recorre los pasillos del Capitolio por cuenta de la estatización de la reforma. El Cauca ya está empezando a vivir sus consecuencias; Asmet Salud y Emmsanar, EPS que afilian al 37 % de la población del departamento, pese al control que ejerce el gobierno a través de su intervención total, la prestación del servicio contrario a mejorar ha empeorado. Prueba de ello es que sólo el Hospital Susana López de Valencia se le midió a atender los afiliados de estas dos promotoras.

Otra de las reformas que debe ser objeto de seguimiento es la denominada Paz Total. Su aprobación a través de ley en la Cámara de Representantes tuvo un importante número de observaciones por parte de Cambio Radical que, hasta la fecha, no han sido atendidas y cuyos resultados reivindican nuestras preocupaciones.

El más reciente informe de la ONU da cuenta de ello. Este organismo advierte la continuidad de la expansión, el control territorial y el fortalecimiento de los grupos armados ilegales. Para el caso del Cauca, revela que el 57 % de sus municipios continúan en una situación de violencia alta o muy alta. Además, muestra como el departamento es uno de los principales epicentros de la violencia en el país por sus registros de líderes sociales asesinados, masacres, desplazados, confinamientos y lamentablemente, por sus menores reclutados.

También la cumbre parlamentaria discutió la pertinencia de la segunda reforma tributaria que ha anunciado el Gobierno Nacional. La bancada de Cambio Radical hizo varias advertencias frente a la conveniencia de la primera, especialmente porque como hoy se evidencia, encareció la canasta familiar y desincentivó la inversión privada. Ambos son hechos nocivos para la economía y la inversión social en el país.

Este segundo envión es más de lo mismo: una ley de financiamiento porque de reforma muy poco, ya que no significa un cambio en términos de equidad y progresividad tributaria. Lo que propone el Gobierno entonces tendrá los mismos resultados, es decir, un decrecimiento de la economía llegando a la recesión, y un mercado deprimido sin capacidad de generar empleo y riqueza colectiva.

Para rematar, el Cauca en su vocación minera, deberá enfrentar los efectos del nuevo código minero. Las calizas de Pitayó, el carbón de El Hoyo en el Patía o el azufre de Puracé, sumados a las muchas minas de materiales de construcción que hay en varias partes del departamento, verán como su explotación deja de ser rentable y este efecto se verá reflejado en el costo de vida y de producción de muchas familias.

En agosto se realizará la Convención Nacional de Cambio Radical, y en ella, sin duda, reafirmaremos nuestro compromiso con la defensa de la institucionalidad, la seguridad, los sectores productivos y la lucha contra la pobreza extrema.

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