¿Quién lo diría? Jamás me imaginé que Gustavo Petro fuera quien le entregaría los aviones de combate más costosos y avanzados de nuestra historia a la Fuerza Aérea Colombiana.
Era una apuesta que nadie hubiera considerado hacer, teniendo en cuenta que, durante 2021 y 2022, Petro fue el mayor opositor a dicha compra. Definitivamente, firmar un contrato de 16 billones de pesos le hace agua la boca a más de uno en Palacio.
La gente olvida, pero menos mal las redes sociales no. Por eso, hice el ejercicio de buscar esos infames trinos y videos que le permitieron al entonces candidato incendiar el país de indignación y capitalizar el descontento para ganar la presidencia.
Comencemos recordando esta perla: “No se gastará un solo peso de la reforma tributaria ni de la inversión social en aviones de combate. Las prioridades de mi gobierno son y serán la Reforma Agraria, Hambre Cero, la educación superior gratuita, el bienestar de las madres cabeza de hogar y los jóvenes del país”.
Lo anterior, es uno de cinco trinos que encontré haciendo una búsqueda en el perfil de X del presidente, y queda uno sorprendido de la capacidad que ciertos políticos tienen para la mentira.
Mire este otro: “Exigen que el profesor vaya a la escuela, pero no dijeron nada cuando Duque dijo que gastaría 14 billones en aviones de guerra. ¿Acaso con ese dinero no se podían hacer las escuelas y las sedes universitarias y vacunar a todos los maestros y poner internet poderoso? La doble moral”.
Y en efecto, ¡la doble moral! ¿Cómo uno puede cambiar tan fácil de postura y a la vez sobrevivir a semejante contradicción? Sinceramente, no lo sé. Petro ha logrado una extraña impunidad en todo lo que hace y dice, hasta sus bases e influencers hoy salen a defender felices la decisión que hace dos años criticaban.
Es que recordemos lo inmisericorde que Petro fue con Duque por este asunto, lo acusó de cuanta cosa y utilizó la posibilidad de la compra como un caballo de batalla para su candidatura presidencial: “Una Colombia que se gasta 14 billones de pesos en aviones de combate y otra Colombia que decide no hacerlo e invertir ese dinero en sedes universitarias y colegios. ¿Cuál cree que sería la mejor Colombia? Nosotros invertiremos esos recursos en la educación de la gente”.
Pocos lo saben y hay que decirlo, para cuando Petro frenó con activismo la compra de los aviones, el gobierno de Duque había expedido un Conpes que proyectaba el uso de unos recursos, aproximadamente 600 millones de dólares. Hoy, si bien ya se introdujo en otro Conpes una cifra similar, el total de la renovación de la flotilla de 16 aeronaves se calcula oscila, dependiendo del fabricante, entre 1.900 a 3.000 millones de dólares.
Lo irónico e incoherente es que Petro mantiene lo que Duque iba a comprometer, seguramente cerrará pronto las negociaciones con los suecos o franceses y de alguna manera logrará convencer a sus bases que deben confiar en su “sabiduría”.
Eso sí, mientras tanto, su gobierno y bancada nos venden la idea de que existe una crisis fiscal, que no hay con qué pagar el presupuesto de 2025 y anuncian una reforma tributaria que gastaran en lo que nos juraron no harían.
La compra es necesaria y he sido el primero en defenderla, pero me parece inaceptable que se haga bajo este nivel de mentira e incoherencia y durante un gobierno que ha demostrado ser de todo, menos anticorrupción.
Esperemos que los Olmedo López de esta administración no se aprovechen de esta contratación.