Sin duda alguna, es un gran reto el que se le viene a Alejandro Eder, el nuevo alcalde de la capital Vallecaucana, quien en su segundo intento con 315.599 votos y luego de una larga campaña, logró derrotar de la mano de la exconcejal Diana Rojas, a Roberto Ortiz, el gran socio de la casa de apuestas, que por tercera vez aspiraba a ser la máxima autoridad del municipio.
Hoy Cali es caos e inseguridad, con índices de pobreza y desempleo aterradores, los cuales harán que el sueño de Eder se convierta en un verdadero dolor de cabeza, al tratar de reparar los platos rotos de Ospina, quien puso todo su empeño en acabar con la ciudad.
La sucursal necesitará dos o tres administraciones no solo buenas, sino que hagan milagros para superar el daño provocado por el actual mandatario, ya que la deuda pública asciende a $2,2 billones, de los cuales $1,2 billones corresponden a capital y $1 billón a intereses, siendo $554.276 millones de empréstitos adquiridos por el gobierno anterior (Armitage) y $650.000 millones el cupo autorizado por el Concejo a la administración de Jorge Iván Ospina en 2020.
Por otro lado y no menos importante está la seguridad, cuya partida no se ajusta a las necesidades de los ciudadanos, toda vez que proporcionalmente con su presupuesto es la capital que menos invierte en ello, recibiendo este año 1,91% del dinero total que dispuso la Alcaldía, ubicándose como el noveno organismo en cuanto a recursos, pese a ser la ciudad más violenta de Colombia y la 32 a nivel mundial.
Este domingo 29 de octubre se dio un giro hacia la derecha, con un candidato que representa al sector empresarial que fue capaz de repuntar y vencer, en un proceso democrático que dará un nuevo aire a la sociedad caleña.