“¿Cuántos de ustedes hubieran apostado que los estudiantes colombianos de una universidad de Risaralda creen que el 34,4 % de la historia humana es un reflejo del país de las mariposas amarillas y Mauricio Babilonia, y que superaron a sus colegas argentinos, quienes alcanzaron un 23,3 %?”.
JUAN DAVID ESCOBAR VALENCIA
A excepción de los telómeros, “extremo” o parte final de los cromosomas que aseguran el material genético de la célula, dicen que cualquier extremo es dañino, y puede ser cierto en muchos aspectos de la vida, aunque no creo que un exceso de tocineta sea nocivo para la salud. Pero de ser así, a mi edad uno acepta que de algo hay que morirse, menos de condescendencia con los imbéciles.
Por ejemplo, para determinar el nivel de autoestima es tan perjudicial sobrevalorar como subvalorar las virtudes. ¿Cuál de ambos extremos ocasiona peores daños al sujeto y a los demás? Seguramente no hay manera precisa de establecerlo, aunque, si debo elegir, creo que la petulancia resulta más perniciosa, sobre todo cuando vemos al autoencumbrado y narciso aspirante chavista a la presidencia, quien en realidad es un inepto de cinco estrellas.
Una curiosa variante de este asunto, pero no relativa a la importancia que una persona haya tenido en la vida de sus allegados, es la relevancia e influencia de un país en la historia del mundo. Aunque la selección de criterios para hacer un cálculo confiable es subjetiva, así como la misma medición, como ejercicio resulta interesante preguntarse: ¿Qué país ha sido más determinante en la historia de la civilización humana?
Esta difícil pregunta, aunque es más difícil la respuesta, se la plantearon cinco investigadores de Israel, Nueva Zelanda, España, Alemania y EE.UU., y sus resultados fueron presentados en el estudio titulado, en su posible traducción al español: Hicimos historia, ciudadanos de 35 países sobrestiman el papel de su nación en la historia del mundo, en el cual, entre 2007 y 2013, a 6.185 estudiantes universitarios, porque “se supone” que tienen un nivel educativo mayor al promedio nacional, les preguntaron lo siguiente: de 0 a 100 %, donde 0 % es ninguna, ¿qué contribución crees que ha hecho el país en el que vives a la historia mundial?
Antes de proseguir, ¿a su juicio cuál país tendría la mayor autoestima y convicción de su relevancia en la historia humana? Sospecho que muchos pensaron inmediatamente en EE. UU., todavía la superpotencia del planeta desde mediados del siglo XX. Pues no. Para los estudiantes encuestados de la Saratov State Socioeconomic University de Rusia, el 60,8 % de la historia es una consecuencia de su subdesarrollado pero peligroso país.
¿Qué tal el engreimiento ruso? Resultó más grande que su territorio, aunque igual de estéril e improductivo. Ahora entiendo por qué Putin no soportó que Obama coreara, como otros presidentes estadounidenses lo han hecho, el supuesto “excepcionalismo” de los EE. UU., y en un incisivo y evangélico artículo en el New York Times, en 2013, les dijo a sus viejos enemigos: “Es extremadamente peligroso alentar a las personas a que se vean a sí mismas como excepcionales, cualquiera que sea la motivación. Hay países grandes y países pequeños, ricos y pobres, aquellos con una larga tradición democrática y aquellos que todavía están encontrando su camino hacia la democracia. Sus políticas también difieren. Todos somos diferentes, pero cuando pedimos las bendiciones del Señor, no debemos olvidar que Dios nos creó iguales”.
Si me hubieran dicho que circunscribiera mi candidato a Europa, imagínense el reñido votofinish entre los ingleses y franceses, especialmente estos últimos que ni siquiera hoy asimilan que algo grave pasó en Waterloo en junio de 1815 y que, aunque siempre bella, el centro del universo ya no pasa por París.
«Creo que la petulancia resulta más perniciosa, sobre todo cuando vemos al autoencumbrado y narciso aspirante chavista a la presidencia, quien en realidad es un inepto de cinco estrellas».
¿Y si les pregunto cuál sería su candidato suramericano en este ranking? Probablemente unos dirán que, siguiendo la lógica rusa del tamaño, el campeón de la autoestima por estos lares debe ser Brasil que continúa convencido de que es el “maior pais do mundo” y de que Dios es brasileño. Y no estarían tan equivocados porque los encuestados de Brasil creen que el 40,8 % de la historia humana es un eco del Carnaval de Río.
Supongo que muchos otros optamos por su vecino, Argentina, no tan grande en territorio, pero con algo más enorme aún, una descomunal escasez de humildad. Y eso que todos los días hay más escasez en ese país gracias a los peronistas del siglo XX y a sus corruptos clones del socialismo del siglo XXI. No por algo Argentina cree que no perdió la guerra de las Malvinas, sino que quedó de subcampeona.
Sin embargo, y así sea difícil de creer, hay otros más convencidos que los argentinos de su relevancia planetaria. ¿Cuántos de ustedes hubieran apostado que los estudiantes colombianos de una universidad de Risaralda creen que el 34,4 % de la historia humana es un reflejo del país de las mariposas amarillas y Mauricio Babilonia, y que superaron a sus colegas argentinos, quienes alcanzaron un 23,3 %? Y después dicen que somos los antioqueños los agrandados. Pero como la ignorancia y la desmesura no pagan impuesto predial y por eso ocupan tanto espacio; la cosa es más grave porque también superan a los estudiantes estadounidenses quienes consideran que la importancia histórica de su país es del 29,6 %. ¿Qué tal que Colombia fuera tan antigua como China?
No quiero pasar por antipatriota ni nada parecido, pero ¿Qué carajo le están enseñando a los muchachos los profesores de Fecode? Muy formados ellos en la “gran Rusia”.