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Jorge Hernán Peláez Sena

Londoño desconectado

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El Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, es una entidad pública adscrita al Ministerio del Trabajo que ofrece formación profesional integral a trabajadores jóvenes y adultos. Se fundó mediante el Decreto Ley 118 del 21 de junio de 1957, durante el gobierno de la Junta Militar posterior a la renuncia del dictador General Gustavo Rojas Pinilla.

Dentro de su misión, la entidad busca aumentar la productividad, el desarrollo económico, mejorar el impacto social, fortalecer procesos de formación profesional, realizar investigación, invertir en desarrollo tecnológico y promover relaciones internacionales para la formación profesional de los colombianos. En total se han capacitado cerca de 67 millones de trabajadores colombianos durante sus 63 años de existencia. Anualmente, alrededor de 8 millones 300 mil personas se capacitan en diferentes programas técnicos, tecnológicos y complementarios.

El actual director de la entidad es el boyacense Jorge Enrique Londoño, militante del Partido Alianza Verde. Londoño es egresado de la Universidad Externado con especializaciones en Derecho Público del Instituto Universitario de Estudios Europeos de Torino en Italia y en Argumentación Jurídica de la Universidad de Alicante en España. Cuenta adicionalmente con una maestría en Derecho Español e Internacional y un doctorado en Cuestiones Actuales del Derecho Español e Internacional de la Universidad Alfonso X El Sabio.

Se ha desempeñado como decano de la facultad de Derecho y posteriormente como rector de la Universidad de Boyacá. Fue decano de la facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás y ejerció como profesor de la Universidad Externado de Colombia. Adicionalmente, ha sido gerente de la Lotería de Boyacá, gerente de la Industria Licorera de Boyacá, gobernador del departamento de Boyacá, senador de la República y Ministro de Justicia durante el segundo período del gobierno de Juan Manuel Santos.

Los reflectores llegaron a Londoño nuevamente por serias dudas alrededor de la terminación de un contrato de tecnología de manera unilateral. El SENA tenía un contrato con Colombia Telecomunicaciones (Telefónica Movistar Colombia) para proveer en conjunto un paquete que incluía el servicio de conexión a internet, alojamiento en la nube, correo electrónico, aplicaciones de ciberseguridad y una serie de equipos de infraestructura tecnológica para atender las diferentes necesidades internas y externas de la entidad. Hace menos de diez días, el SENA le comunicó a dicha empresa que a partir del lunes 28 de octubre se acababa el contrato de “urgencia manifiesta” que se había firmado por una segunda vez, ampliando el contrato inicial.

El proveedor se reunió en varias ocasiones durante los últimos siete meses con Londoño, su principal subalterno Carlos Mayorga y el interventor del contrato del área de compras del SENA. Colombia Telecomunicaciones había advertido al SENA en más de una ocasión por escrito que si se desconectaba el servicio, se perdería el acceso de los estudiantes, profesores y trabajadores de planta a sus correos electrónicos, aplicativos alojados en la nube y otros servicios. La advertencia tenía varios puntos, incluidos la potencial desconexión de servicio al cliente, el riesgo de perder el servicio de energía eléctrica regulada exponiendo a los equipos a sobrecargas eléctricas al conectarse a la red comercial. Londoño igual dió la orden y lo advertido sucedió: hoy hay 8 millones de estudiantes del SENA apagados.

El SENA hizo un convenio interadministrativo con Internexa que solo provee un fragmento del servicio que ofrecía el anterior proveedor. La persistencia sospechosa de Londoño, no haciendo caso de las recomendaciones del proveedor ni de sus subalternos, llevó a un caos en el cual ya se metió la Procuraduría. Marcio Melgosa, Procurador Delegado para la Vigilancia de la Función Pública, recalcó que son varias las observaciones frente al convenio celebrado con Internexa. La compañía también emitió un comunicado diciendo que solamente los contrataron para una fracción del servicio. La inexperiencia de Londoño en tecnología y telecomunicaciones dejó desconectada a su población. Al parecer, todos sus estudios académicos no le sirvieron para algo tan sencillo como el sentido común.