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Jorge Hernán Peláez Nueva legislatura

Legislatura incierta

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Ayer se instaló el nuevo congreso que comenzará a sesionar en los próximos días con una serie de iniciativas que vienen de la legislatura pasada, pero también con proyectos completamente nuevos. Por parte del gobierno los esfuerzos se verán concentrados en avanzar en los debates que faltan para completar la reforma laboral, que apenas lleva un debate desde la legislatura pasada. La ministra de trabajo Gloria Inés Ramírez trae de la mano el reciente escándalo interno de los sindicatos de su propia entidad. El saboteo en ese caso viene por dentro.

En teoría se va a volver a presentar una nueva reforma a la salud, que arranca de cero con la idea de lograr puntos en común con todos los interesados en el sector. Algo que debió ocurrir desde el principio cuando la ministra Corcho recorrió el accidentado camino que terminó en el hundimiento en Comisión Séptima del Senado. Otra idea que tiene el gobierno con el nuevo ministro de Educación es rehacer la relación con Fecode y buscar de nuevo radicar la necesaria e importante Reforma a la Educación. Curiosamente su antecesora Aurora Vergara había logrado avanzar hasta poner de acuerdo a todos los partidos políticos.

La gran batalla de largo aliento es por supuesto que el gobierno quiere comenzar a abrir las puertas de una eventual Asamblea Nacional Constituyente. El nuevo ministro de Interior Juan Fernando Cristo tiene un escenario arduo, pues él mismo se fijó la meta de organizar un “gran acuerdo nacional” con todos los sectores políticos e interesados de las reformas. Las primeras reuniones de Interior con gremios y sindicatos muestran que al menos Cristo tiene buenas intenciones y quiere organizar puntos de acuerdo muy rápido. El problema es que en el país hay demasiada distancia entre unas posturas y otras. Por ejemplo, hay millones de colombianos que no ven necesaria una constituyente, especialmente cuando el gobierno no ha explicado cuál es el objetivo específico de la misma. Muchos creen que lo que se pretende es revivir la reelección presidencial o ampliar los períodos de los gobernantes. Cristo ha dicho que la constituyente sería en el siguiente periodo presidencial, es decir que el gobierno parte de un supuesto demasiado fuerte y es que la izquierda va a volver a ganar las elecciones en 2026.

El camino legislativo en todo caso no será fácil, especialmente cuando se observan las cifras de la última legislatura del gobierno Petro. El período resultó demasiado accidentado, con una única gran victoria: La Reforma Pensional. En la legislatura pasada apenas se convirtieron en ley el 3,7 % de los proyectos presentados, un balance bastante pobre. Si miramos las cifras de lo archivado, en total fueron radicadas 675 iniciativas y se hundieron 331 lo que corresponde a cerca del 49%. Hay analistas que consideran que archivar un proyecto hace parte del debate democrático pues muchas iniciativas son ideas demasiado abstractas o contienen elementos que ya están en otras leyes.

El ambiente no es el mejor en la Cámara de Representantes. Hay heridas, tensiones y señalamientos personales desde hace varias semanas cuando comenzó la nominación que derivó en dos candidatos a presidir la corporación dentro del partido verde. Históricamente el partido es quien elige a su candidato y luego las otras bancadas lo apoyan, así como sucedió en el Senado con la elección de Efraín Cepeda del Partido Conservador. La mayoría de proyectos comienzan en la cámara, donde observaremos unas comisiones y plenarias llenas de puyas. Para resumir, en esta ocasión los proyectos del gobierno que se logren aprobar van a resultar mucho más “costosos” que en condiciones normales.