Jueves, 21 de noviembre de 2024 Suscríbase
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Jorge Hernán Peláez Gas Natural

Gas por las nubes

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La producción de gas natural en Colombiase encuentra en serios problemas para el cercano horizonte en los próximos 3 años. La reconocida dirigente gremial Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, informó oficialmente al país que la oferta de gas local no será suficiente para cubrir la demanda ni en el mediano ni en el largo plazo.

Los cálculos más conservadores que hacen expertos en el sector hablan de que será necesario contratar al menos un 12 % de la demanda que corresponden a 120 giga BTU por día para el próximo año. En 2026 el déficit será peor y puede subir hasta un 30 %, es decir al menos 350 giga BTU por día. Al tener que importar una importante cantidad para poder atender el tamaño del mercado es obvio que las tarifas podrían subir eventualmente con esta coyuntura.

El actual presidente de Ecopetrol Ricardo Roa explicó la semana pasada que el país tiene varias alternativas para subsanar la situación: "Ya hemos recibido ocho ofertas de agentes para traer gas. La mayoría son de gas natural licuado importado que estamos analizando. Estamos dependiendo de que se habilite una flexibilización regulatoria a la comercialización de gas para poder hacer una negociación más alta".

Según Ecopetrol, Colombia ha recibido ofertas de al menos ocho países que ofrecen tarifas y condiciones medianamente razonables.

¿Cómo salir de este creciente problema que nos puede dejar en un futuro en escenarios de desabastecimiento? Es importante que el país haga una fuerte apuesta de inversión y de esa manera que se pueda mantener nuestra soberanía energética. No es un tema únicamente de precios, es un tema estratégico nacional. Lo que pasó en Europa recientemente cuando algunos países se dieron cuenta de la alta dependencia internacional de la compañía rusa Gazprom fue devastador.

Rusia tenía por un tiempo maniatada a Alemania, que terminó negociando gas natural con otros países no europeos para solventar la crisis. Cualquier nación del mundo no puede quedar expuesta a ese tipo de dependencias, especialmente cuando Roa expone que una de las salidas al problema es comprar el gas de Venezuela, usando el gasoducto construído entre los dos países. ¿Depender del vecino país cuando estamos observando la configuración de uno de los mayores fraudes electorales de la historia de la región? No creo. Especialmente cuando esta opción depende de la autorización de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos OFAC cuando se trata de gas venezolano. Estados Unidos no va a autorizar eso, salvo que en el corto plazo caiga el régimen Maduro.

Varios analistas vienen advirtiendo que Colombia ha descubierto un potencial significativo en reservas de gas, lo que hay que hacer es desarrollar proyectos de exploración adicionales y por supuesto invertir en la explotación necesaria para obtener el recurso. Colombia tiene gas, pero sin mayor perforación de pozos adicionales, no tendremos aumento de las reservas. Todos los colombianos, sin importar la ideología política, debemos en este tema ser prácticos y apelar al sentido común. Se deben buscar todas las alternativas para encontrar sinergias entre proyectos de energía convencional y los nuevos proyectos de transición energética.

Se debe dejar atrás la discusión romántica de fracking y más bien buscar tecnología que blinde el tema ambiental pero que garantice la obtención de tan preciado recurso natural. Desde las autoridades hay que buscar la manera viable de flexibilizar el alcance de los contratos ya firmados. Se debe considerar seriamente la posibilidad de ampliación de plazos junto a otros términos y condiciones que permitan garantizar el cumplimiento del máximo objetivo, que es volver a tener autosuficiencia de gas nacional. Mientras tanto acostumbramos a pagar un precio de gas por las nubes.