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Humberto Barros Ferreira Liga Betplay

El regreso de un amor insoportable

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Estamos a horas de que se defina el nuevo campeón del segundo torneo del 2023 en el rentado colombiano, el firme, el que de verdad da estrella y demás alegrías. La cita será entre Independiente Medellín y Junior de Barranquilla en un duelo que van ganando los tiburones al vencer en el partido de ida 3-2.

Debo confesar que no le tenía fe a la escuadra rojiblanca (esa que sigo con fervor desde los años 80s), en todo este 2023, luego de un arranque nefasto con el iracundo y caduco Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, un hombre con muchos éxitos pero con una recta final donde ha mostrado demasiados errores dentro y fuera de las canchas.

El ‘Profe Bolillo’ tomó un equipo a comienzos de año y lo que siguió fue un desastre. Declaraciones contra los jugadores, contra el entrenamiento que tenían en el pasado, contra el camerino y contra el líder del equipo, Sebastián Viera, el arquero con más medallas en el pecho en los casi 100 años del Junior.

Al irse el lenguaraz Gómez, retornó un técnico de la casa: Arturo Reyes. Precisamente a quien el ‘Bolillo’ reemplazó al tener también un cierre nefasto durante el 2022 al intentar apagar otra temporada para el olvido. Sin embargo, Reyes volvió y renació la esperanza de que algo podría hacerse con una nómina llena de estrellas; pero con pocos goles a favor y escasas victorias dentro y fuera de casa.

Aquí es donde hago un mea culpa y reconozco que con Sir Arthur todo cambió. Y con una plantilla reforzada regresó el ‘jogo bonito’ que pedían las tribunas y los comentaristas nativos. Porque para los de fuera de Barranquilla siempre el equipo será un “desastre y de unos dueños con chequera”, siempre darán rienda suelta a todo tipo de comentarios desobligantes que rayan en la rabia, la envidia y en la xenofobia.

Hoy Junior llegó a otra final contra viento y marea. Jugándose la vida en cada juego y dejando claro que la frase de Edgar Perea perdura en el tiempo, así no les guste : “A Junior tienes que matarlo”. Esta temporada se demuestra. Los ‘4 Fantásticos’ lo confirman.

Esta noche pase lo que pase, ganemos la décima o el DIM obtenga su séptima, solo hay que agradecer que volvió el amor por el juego, por la camiseta, por el buen fútbol y por el azar en un deporte donde a veces nada está escrito y todo está por jugar.

PD/ Sólo los junioristas me entenderán: “Gracias Micaela por ese amor tan insoportable”.

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