Rusia anunció que sus defensas antiaéreas interceptaron ocho misiles balísticos lanzados por Ucrania, según información proporcionada por el Ministerio de Defensa ruso. Aunque no se detalló el tipo de misiles ni las ubicaciones precisas de los ataques, el hecho se da en un contexto de creciente uso de armamento suministrado por Occidente en el conflicto.
El Ministerio de Defensa también informó que sus sistemas abatieron seis bombas aéreas guiadas JDAM, de fabricación estadounidense, y 45 drones. Estas acciones se suman a los operativos recientes en los que Moscú ha intensificado su respuesta a los ataques en su territorio, atribuidos al armamento avanzado que Ucrania ha recibido de aliados occidentales.
La semana pasada, Rusia utilizó un misil balístico de alcance intermedio contra Ucrania, sin ojiva nuclear, como una medida de advertencia. El gobierno ruso ha indicado que continuará incrementando estos ataques si Ucrania sigue empleando misiles de largo alcance proporcionados por países aliados.
Por su parte, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, señaló que la responsabilidad por la escalada del conflicto recae en Estados Unidos y sus aliados europeos. Según Riabkov, la autorización para que Ucrania utilice misiles de hasta 300 kilómetros de alcance agrava la situación y aumenta los riesgos de una escalada mayor.
El Ministerio de Defensa reiteró que cualquier aumento en el uso de misiles occidentales en el conflicto tendrá consecuencias directas. Moscú calificó las políticas de Washington y otros países europeos como el principal factor que contribuye a la intensificación de las tensiones.