El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, informó que los migrantes que crucen el país sin pasar por los controles migratorios deberán pagar una multa que varía entre mil y cinco mil dólares, de acuerdo con la gravedad de la infracción. La medida incluye la prohibición de salida para quienes no cancelen la sanción y la deportación en caso de no contar con los recursos para hacerlo.
El decreto establece que las sanciones deben ser accesibles para que los migrantes puedan cubrir el monto antes de abandonar el territorio panameño. Sin embargo, de no cumplirse este requisito, las autoridades procederán con la deportación de los infractores, según las disposiciones anunciadas en la conferencia semanal del presidente.
Hasta octubre de 2024, alrededor de 283,000 migrantes han ingresado a Panamá cruzando la selva del Darién, una cifra 37% menor que la registrada en el mismo período del año anterior. La mayoría de los migrantes son venezolanos, aunque también se ha registrado el ingreso de ciudadanos colombianos, ecuatorianos, haitianos y chinos, de acuerdo con cifras oficiales.
El gobierno panameño ha puesto en marcha un programa financiado por Estados Unidos para deportar a migrantes que cruzan el Darién. Según datos de la embajada estadounidense en Panamá, desde el inicio de este plan, el tránsito de ciudadanos ecuatorianos por esta ruta se ha reducido en un 92%, mientras que el de colombianos ha disminuido en un 65%.
Este programa de deportación no se aplica a migrantes venezolanos debido a la prohibición de ingreso de vuelos provenientes de Panamá en Venezuela, una medida tomada por Caracas tras las críticas internacionales a la reelección del presidente Nicolás Maduro en julio pasado.