Por: FERNANDO LÓPEZ PARRA
Columnista internacional, analista político
Colombia está próxima a definir quién será su mandatario y, por lo visto, según encuestas recientes sobre intención de voto con miras hacia las elecciones presidenciales del 29 de mayo, se pronostica que el candidato presidencial del Pacto Histórico, Gustavo Petro, siga sumando votos y se posicione como el favorito para ocupar el sillón principal de la Casa de Nariño. Las encuestas prevén que no bastará con los votos de la primera cita electoral y será necesario del llamado balotaje, en el que es muy posible que intervenga en la contienda democrática Federico Gutiérrez, del Equipo por Colombia.
Durante los últimos tiempos, las relaciones bilaterales entre Bogotá y Quito han atravesado diversos episodios, en los que se destacan los vinculados con la tensa frontera, debido a la presencia de grupos armados irregulares que, en un inicio, eran colombianos y que ahora los integran también ciudadanos ecuatorianos; se sabe que muchos de ellos, a pesar de la línea de frontera, comparten los mismos problemas históricos de segregación económica y social presentes en ambos países. Desde hace algunos años, para el Ejército ecuatoriano constituye su principal actividad militar el patrullaje de su frontera norte. El bombardeo del 1 de marzo de 2008 en Angostura, en tiempos de Uribe, Santos y Correa, al campamento de Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, junto con las fumigaciones con glifosato en la frontera que afectaron a las provincias de Carchi, Esmeraldas y Sucumbíos, posiblemente fueron situaciones de las más complejas que acontecieron en las relaciones entre los dos países.
Tanto con Moreno como con Lasso las relaciones con el presidente Duque son percibidas como que pasan por un buen momento. Guillermo Lasso aseguró, en una de las visitas a Quito del principal de la Casa de Nariño, que “fortalecer el vínculo entre ambas naciones es una de las prioridades de su gobierno”. Se confirma la existencia de una hoja de ruta de las políticas diplomáticas de ambos países destinadas a superar el quehacer de sus respectivos gobiernos de turno.
En Ecuador es enorme la expectativa por saber quién será el próximo presidente de los colombianos. El periódico ecuatoriano Primicias informa que los flujos de inversión ecuatoriana en Colombia se han incrementado de forma significativa durante el 2020 y continuará en crecimiento en 2022.
En Ecuador es enorme la expectativa por saber quién será el próximo presidente de los colombianos. El periódico ecuatoriano Primicias informa que los flujos de inversión ecuatoriana en Colombia se han incrementado de forma significativa durante el 2020 y continuará en crecimiento en 2022. Ecuador ahora es un destino clave para la internacionalización de las empresas colombianas, que han encontrado socios y consumidores, especialmente en la prestación de servicios basados en el conocimiento.
Se espera que el próximo presidente de Colombia acentué las relaciones proactivas de buena vecindad para trabajar de manera coordinada en la frontera, con atención especial entre Nariño y Putumayo, por un lado, y entre Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos, por otro. En esta región se concentra el tráfico de armas, de personas y drogas, ilícitos que son promovidos por grupos armados que transitan entre los dos países.
El nuevo mandatario colombiano deberá actuar con rapidez ante los problemas fronterizos y emprender acciones conjuntas para fortalecer las relaciones. La hoja de ruta binacional de cooperación establece el cumplimiento de compromisos comerciales y del levantamiento de obras de infraestructura, entre las que destaca la construcción de un puente en río Mataje, lo que facilitará enormemente el flujo comercial; además, se ha propuesto, en al ámbito telefónico, la creación de un solo sistema para eliminar el roaming internacional entre los dos países.
En verdad, lo que se interpreta es que si Petro triunfa sería el giro más significativo en la política interna y externa de Colombia de los últimos cincuenta años, no solo porque seguramente la agenda exterior se modificará, sino también por el impactante simbolismo en la historia de un país como Colombia. Para Ecuador, el desafío será mantener una relación efectiva de confianza y fluidez con Perú y Colombia, con gobiernos realmente distantes en términos ideológicos. Será necesario generar un clima en el cual prime la diversidad pragmática en las relaciones exteriores.
El tablero geopolítico, con seguridad, se modificará mucho más, de manera sustantiva, si Lula gana de nuevo las elecciones en Brasil, por lo que no le queda otra a Ecuador que resolver esta nueva ecuación de las relaciones internacionales que se presenta en la región. Quizá hay un recelo que puede darse y es que exista complicaciones en el proceso electoral y que por alguna razón Federico Gutiérrez triunfe. Ahí el escenario seguramente se modificará y alterará la temperatura de Colombia, con efectos desastrosos en las fronteras. De ahí que sería muy triste este escenario, por lo que auguramos que el mismo no suceda.