El Madrid sufrió pero volvió a levantar la Copa de Europa, con los goles de Dani Carvajal y Vinícius, en el segundo tiempo, ante un Borussia Dortmund que se derrumbó en los últimos 20 minutos. La decimoquinta Copa de Europa se hizo realidad en Londres y, en la capital española, la afición blanca tuvo claro su destino.
A pesar de que la celebración oficial será este domingo, desde el pitido final empezaron a congregarse los aficionados en la plaza de Cibeles, tradicional punto de encuentro y celebración de los éxitos del Real Madrid. El dispositivo policial había acordonado previamente a la diosa y miles de personas tomaron los alrededores.
Las calles adyacentes a Cibeles, Alcalá, el Paseo del Prado y Recoletos, registraron también una afluencia masiva de aficionados, con miles de ellos bajando desde el Santiago Bernabéu, por el Paseo de la Castellana, después de seguir la final en las pantallas gigantes que se instalaron en el estadio blanco.
Con los cánticos hacia sus ídolos y celebrando un nuevo éxito en la máxima competición continental, 15 títulos ganando las últimas nueve finales. La fiesta con los jugadores será este domingo por la tarde, en un recorrido en el que visitarán la Catedral de la Almudena, la sede de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y Cibeles antes del broche que tendrá lugar en el Santiago Bernabéu.