El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU ha reconocido este martes que la entrada de la ayuda humanitaria gracias al alto el fuego en la Franja de Gaza ha supuesto "una ventana de alivio" para miles de personas, pero ha advertido de que este flujo de asistencia debe ser aún mayor y sostenerse en el tiempo, ya que "seis días no bastan para proporcionar toda la asistencia que se necesita".
"La población de Gaza tiene que comer todos los días, no sólo seis", ha explicado la directora del PMA para Oriente Próximo, Corinne Fleischer, al hacer balance de una situación que ha catalogado de "catastrófica" y que implica sobre el terreno el riesgo de que numerosas personas mueran de hambre.
El alto el fuego en los combates iniciado el viernes y que, tras los cuatro primeros días, se ha ampliado ahora a otros dos, ha permitido que la ayuda haya podido alcanzar "zonas a las que no había llegado desde hace mucho tiempo".
Las organizaciones alertan especialmente de la situación en la zona norte, foco de los ataques lanzados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desde los atentados de Hamás del 7 de octubre.
El director general de Save the Children en los Territorios Palestinos Ocupados, Jason Lee, ha coincidido en que la extensión de dos días confirmada el lunes "supondrá un gran alivio", pero no basta. "Las personas que han sobrevivido a 50 días de incesantes bombardeos están rodeadas de destrucción y no tienen nada. Los niños y niñas tienen hambre, sed y corren el riesgo de contraer enfermedades. Hay colas larguísimas para conseguir gas para cocinar, comida y agua", ha señalado.
Por tanto, ha pedido también un alto el fuego duradero, en un mensaje en el que ha reclamado el fin de cualquier tipo de violación de los derechos de los niños, lo que pasa entre otras cosas por liberar a todos los rehenes y garantizar una mínima seguridad a la infancia de Gaza. Lee ha advertido de que "cualquier otra cosa no les proporcionará el futuro que merecen".
Preocupa, además, el surgimiento de nuevas enfermedades, como ha expuesto un portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), James Elder, desde el sur de la Franja. Elder ha afirmado que un médico del hospital de Al Shifa le expresó su temor a enfermedades prevenibles como la diarrea y las infecciones respiratorias.
"Como profesional médico, estaba aterrado por el brote de enfermedades" y a cómo pueden afectar a niños lastrados por la falta de alimentos y la debilidad del sistema inmunológico.