Un reciente informe de la Policía Federal de Brasil, presentado a la Fiscalía General, atribuye al expresidente Jair Bolsonaro un control “efectivo y directo” sobre un supuesto plan para realizar un golpe de Estado y romper el estado de derecho tras la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en octubre de 2022. El informe también revela que los planes incluían el posible asesinato de Lula, su vicepresidente Geraldo Alckmin y el magistrado Alexandre de Moraes.
El documento de 884 páginas detalla los eventos ocurridos tras las elecciones presidenciales en las que Lula venció a Bolsonaro por un estrecho margen. Según la investigación, Bolsonaro y otros 36 implicados, incluidos exministros y altos mandos militares, habrían participado en estos actos. Entre los acusados destacan Walter Braga Netto, exministro de Defensa, y Augusto Heleno, antiguo miembro del gabinete de Bolsonaro.
La Policía Federal aseguró haber encontrado evidencias, como mensajes, audios e imágenes, que respaldan las acusaciones por los presuntos delitos de “abolición violenta del Estado Democrático”, “golpe de Estado” y “asociación ilícita”. Además, el informe detalla cómo los acusados denominaron el plan de magnicidio como ‘Operación Puñal Verde Amarillo’, en referencia a los colores de la bandera de Brasil.
El informe también relata que, el 9 de noviembre de 2022, documentos relacionados con estos planes fueron elaborados e impresos en la sede del palacio presidencial. Según la Policía Federal, estos fueron llevados a la residencia oficial de la Presidencia, donde se encontraba Bolsonaro, aunque no se confirma si el expresidente tuvo contacto directo con los mismos. Jair Bolsonaro, por su parte, ha negado las acusaciones y calificado el proceso como parte de una “persecución política”.