El Gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, presentó este martes un primer paquete de ayudas de 10.600 millones de euros (11.550 millones de dólares) destinado a la reconstrucción de las áreas afectadas por las recientes inundaciones y al apoyo de las personas damnificadas. La catástrofe, que afectó gravemente al sureste del país, dejó al menos 218 muertos, y el despliegue de casi 15.000 soldados y policías en la zona.
Sánchez detalló en una rueda de prensa las primeras medidas adoptadas, incluyendo ayudas directas y desgravaciones fiscales para empresas y particulares. Esta asistencia beneficiará a aproximadamente 65.000 autónomos y unas 30.000 empresas, en un esfuerzo por reducir el impacto económico sobre estos sectores y facilitar su recuperación.
Dentro del paquete de ayuda, el Gobierno español también ha dispuesto una línea de crédito de 5.000 millones de euros para pequeñas empresas, trabajadores por cuenta propia y familias afectadas. Sánchez explicó que esta línea de crédito sigue un modelo similar al que se implementó durante la pandemia de covid, con el objetivo de apoyar la continuidad de las actividades económicas y el bienestar de las familias en las zonas afectadas.
Este martes, el Ejecutivo declaró oficialmente el estado de catástrofe natural en las áreas impactadas, comprometiéndose a cubrir el 100% de los gastos urgentes en que incurran los municipios para ayudar a sus ciudadanos y limpiar las calles. La declaración permitirá que los recursos destinados a la emergencia lleguen de manera prioritaria y sin demoras administrativas.
Además, Sánchez subrayó que el Gobierno trabaja en un plan de reconstrucción a largo plazo para la región, que no solo contempla la rehabilitación de las zonas dañadas, sino también su transformación con vistas a la adaptación frente a la emergencia climática. Este enfoque busca que las áreas afectadas estén preparadas para enfrentar futuros fenómenos naturales extremos.