El presidente de Francia, Emmanuel Macron, nombró este jueves a François Bayrou, líder centrista de 73 años, como nuevo primer ministro. El anuncio se produce nueve días después de que el gobierno de Michel Barnier fuera destituido por una moción de censura mientras intentaba aprobar los presupuestos para 2025.
Según el gobierno, Bayrou tiene la tarea de “dialogar” con los partidos de oposición, exceptuando a la extrema derecha y la izquierda radical, con el objetivo de alcanzar un acuerdo que garantice estabilidad política. Sin embargo, Francia Insumisa anunció que presentará una moción de censura contra el nuevo primer ministro, mientras que otros sectores políticos, como los ecologistas y la ultraderecha, han condicionado su apoyo.
El gobierno también enfrenta el desafío de recuperar la confianza ciudadana. De acuerdo con una encuesta de Elabe, solo el 21 % de los franceses confían en Macron, un nivel de popularidad que complica las negociaciones en el Parlamento.
Con las elecciones presidenciales de 2027 en el horizonte, los partidos políticos evitan asociarse al gobierno de Macron, que no podrá postularse nuevamente. Este distanciamiento busca proteger su imagen frente al legado de un mandatario con baja aceptación y una situación política inestable.
A la espera de que el nuevo gobierno pueda aprobar los presupuestos para 2025, el actual Ejecutivo presentó una “ley especial” que permitirá prorrogar los presupuestos de 2024 y garantizar la recaudación de impuestos. Esta medida busca mantener el funcionamiento administrativo del país mientras se consolida el nuevo gabinete.