El movimiento rebelde hutí se encuentra en el centro de la polémica después de que el Gobierno de los Estados Unidos los designara como "terroristas". Mohamed Abdelsalam, portavoz de los hutíes, consideró esta medida como un "honor" y aseguró que no afectará la "posición del Yemen en apoyo a Palestina". En un comunicado publicado en su cuenta oficial de Twitter, Abdelsalam destacó: "La designación estadounidense no tiene valor y lo consideramos como una medalla de honor por el apoyo a la resistencia palestina en Gaza".
En respuesta, los hutíes señalaron las "políticas arrogantes" de Estados Unidos y su "apoyo a la entidad criminal sionista", refiriéndose al pueblo judío, como los "verdaderos patrocinadores del terrorismo". La oficina política de los hutíes calificó la designación como ridícula e injusta, parte de la "desinformación estadounidense" para distorsionar su reputación y la del pueblo yemení.
Mohamed al Bukhaiti, miembro del buró político de los hutíes, reiteró que la decisión "no aporta nada nuevo" y subrayó que los hutíes cuentan con un "gran apoyo popular". Adicionalmente, advirtió que la decisión minará la credibilidad de Estados Unidos a nivel internacional y concluyó instando a detener los "crímenes de genocidio en Gaza y poner fin a la agresión contra el Yemen".
La designación como "terroristas" llega en medio de una campaña de bombardeos de Estados Unidos y el Reino Unido contra los hutíes en respuesta a los ataques a barcos vinculados a Israel en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb, donde también hace pocos días las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos destruyeron un Buque de procedencia iraní.
Aunque la medida entrará en rigor en 30 días, funcionarios del Gobierno Biden indicaron que podrían considerar revertirla si los hutíes cesan sus ataques en el mar Rojo. La situación plantea un desafío diplomático en medio de la ya compleja crisis humanitaria que vive Yemen desde 2014.