El lunes, al menos siete inmigrantes fueron detenidos en el Bronx luego de que una orden de registro revelara su presunta implicación en una serie de robos en cuatro distritos de Nueva York. Según el Departamento de Policía de la ciudad (NYPD), estos individuos formaban parte de una empresa criminal que utilizaba principalmente ciclomotores robados para cometer sus delitos, especialmente el robo de teléfonos.
Algunos de los teléfonos robados ha sido rastreados en otras ciudades de Estados Unidos y otros tantos han llegado a Colombia, donde se "limpian" para usarlos de nuevo, según la Policía de Nueva York.
El alcalde Eric Adams describió la operación como una "sofisticada empresa criminal formada por inmigrantes", liderada por un individuo llamado Víctor Parra. Parra dirigía una red que robaba teléfonos para luego hackearlos y obtener beneficios monetarios. Esta operación ilícita involucraba a varios miembros, algunos de los cuales fueron arrestados el lunes, mientras que Parra todavía está prófugo.
Además, las autoridades informaron que el modos operandi de la banda comenzaba con Parra, que enviaba un mensaje en las redes sociales pidiendo un teléfono. Enseguida, los otros miembros ejecutaban la orden (robando principalmente a mujeres). Después, los teléfonos eran llevados donde un experto que le rompía las claves para robar el dinero de las cuentas de bancos.
Se han realizado arrestos significativos y se han recuperado numerosos teléfonos robados. El comisionado de policía de Nueva York, Edward A. Caban, enfatizó que la mayoría de los integrantes de la banda son ciudadanos sudamericanos, y que es esencial encontrar soluciones integrales a nivel nacional para abordar este tipo de delitos. No obstante, las autoridades subrayan que este problema no refleja a toda la comunidad inmigrante.