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Lo que preocupa a los jóvenes

Ansiedad, depresión, angustia y desorientación son algunos de los estados más comunes en lo que se conoce como «el cuarto de vida».

Llegar a la edad adulta temprana es quizás un momento trascendental en la vida de las personas, es una etapa en la que se experimenta mucha incertidumbre y preocupación por lo que será el futuro, pero muchos jóvenes hoy en día están más angustiados de lo normal. Varios psicólogos y expertos en salud mental consideran que a sus consultorios llegan cada vez más pacientes de 20 a 35 años frenéticos, nerviosos, agotados y sintiendo que hay algo mal con ellos.

Satya Doyle Byock, psicoterapeuta de 39 años residente de la ciudad de Portland en Estados Unidos, describe en su libro Quarterlife: The Search for Self in Early Adulthood. (Cuarto de vida: la búsqueda de uno mismo en la edad adulta temprana) que ha notado un cambio de tono en los últimos años en los jóvenes que acuden a su consulta. De hecho en su obra utiliza casos reales para explicar los obstáculos a los que se enfrentan los adultos jóvenes en la actualidad, aproximadamente entre los 16 y los 36 años, y cómo lidiar con ellos.

Al igual que pasa en otras etapas de la vida, como en la adolescencia o en la mediana edad, la fase de adulto joven trae consigo algunas crisis propias de la edad como por ejemplo el deseo de querer independizarse y salir de la casa de los padres, pero según Byock, la generación que ingresa hoy a la edad adulta enfrenta desafíos nuevos y, a veces, debilitantes.

Angela Neal-Barnett, profesora de psicología en la Universidad Estatal de Kent, quien ha estudiado la ansiedad en jóvenes, asegura que muchos de ellos luchan para pagar la universidad o deciden no estudiar, y la crisis existencial que solía ocurrir después de la graduación está ocurriendo cada vez más temprano.

Muchos se encuentran tan inmersos en las preocupaciones monetarias cotidianas, desde deudas estudiantiles interminables hasta los altos costos de todo, que se sienten incapaces de considerar lo que quieren para sí mismos a largo plazo. Ese mito de antes que decía que una vez se graduaran iban a comenzar su propia vida, casarse y formar una familia, es cosa del pasado. Según describe Byock en su libro, sus clientes jóvenes a menudo permanecen en un estado de “adolescencia prolongada”.

PRINCIPALES PREOCUPACIONES

De acuerdo con los resultados de la encuesta Millennial y Gen Z 2022 de la firma Deloitte realizada entre noviembre de 2021 enero de 2022, la cual se conectó con personas de todo el mundo para medir sus opiniones sobre el trabajo y el mundo que les rodea, las principales preocupaciones de los jóvenes de las generaciones de los millennials (nacidos entre 1980 y 1994) y la ‘gen Z’ (nacidos entre 1995 y 2010) están relacionadas con el estado del mundo y su deseo de cambio con las exigencias y limitaciones de la vida cotidiana. Además se enfrentan a la ansiedad financiera y se sienten agotados.

Los jóvenes eligieron el costo de la vida como su mayor preocupación, dentro de esta categoría se incluyen los elevados precios en vivienda, alimentos, transporte o servicios públicos, lo cual no es ajeno a nadie por estos tiempos, dados los altos niveles de inflación. Algunos analistas consideran que estos resultados también reflejan las preocupaciones de estas generaciones que han estado expresando por años, como no sentirse financieramente seguros. Casi la mitad de la generación Z (46%) y de los millennials (47%) viven al día y les preocupa no poder cubrir sus gastos. En esa misma línea, más de una cuarta parte de la generación Z (26%) y de los millennials (31%) no confían en poder jubilarse cómodamente.

También esta crisis a menudo se ve exacerbada por la creciente ansiedad climática y la pandemia prolongada que ha dejado a muchos jóvenes en duelo por la muerte de familiares o amigos, o situaciones menos graves como un problema en la universidad o la angustia de no poder conseguir un primer empleo.

RECOMENDACIONES DE LOS EXPERTOS

Aunque por lo general las personas superan con el tiempo estas crisis, los expertos consideran conveniente que aquellos que ingresan a la edad adulta y que se sientan abrumados, consulten profesionales en salud mental. Nathalia Mora Velasco, neuropsicóloga y especialista en Psicología Clínica de la Niñez y la Adolescencia, señala que a esta edad hay que darle prioridad a los intereses personales de cada quien y por ningún motivo descartarlos, así para otros parezcan poco relevantes. Dedicarse a un nuevo pasatiempo o investigar la historia de la familia, son cosas por ejemplo, que pueden darle significado y respeto a la vida.

Satya Byock en su libro resalta la importancia de la paciencia, muchos jóvenes se sienten presionados con la idea de que al cumplir la mayoría de edad deben salir a enfrentar de inmediato los retos de la vida, pero antes que nada, hay que aprender: escucharse a sí mismo es un proceso de toda la vida. En lugar de buscar soluciones rápidas, los adultos jóvenes deberían pensar en objetivos a más largo plazo: comenzar una terapia que vaya más allá de unas pocas sesiones, trabajar para ganar independencia, adoptar hábitos saludables de alimentación y ejercicio.

Para Gregory Scott Brown, psiquiatra y autor de «The Self-Healing Mind», también es muy valioso en este sentido, identificar aquellos aspectos de la vida que se pueden cambiar. “No puedes cambiar a un jefe aburrido”, dijo, “pero puedes planificar un cambio de carrera”. Es más fácil decirlo que hacerlo, reconoció el experto, y los adultos jóvenes deben sopesar los riesgos de continuar viviendo en su situación actual (quedarse en su ciudad natal o en una profesión que no los emociona) con los beneficios potenciales de probar algo nuevo.

A pesar de la confusión y restricciones que aparezcan en «el cuarto de vida» esta no deja de ser la fase más libre de toda la existencia. A los adultos jóvenes les puede resultar más fácil mudarse a una nueva ciudad o comenzar un nuevo trabajo que a los adultos mayores, quienes por lo general tienen mayores responsabilidades y personas a cargo.