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Lenox Hill, un hospital para nacer y para morir

Este documental, que refleja la vida de los pacientes y médicos en uno de los centros hospitalarios más importantes de Nueva York, ha tenido un enorme éxito. Son ocho capítulos antes de la pandemia y un noveno en plena emergencia sanitaria por cuenta del virus

Imagen Netflix

La vida de los hospitales ha despertado un mayor interés desde el momento en que se desató la pandemia del covid-19 y las miradas del mundo se voltearon hacia el personal médico, con la esperanza de que salvarían miles de vidas de personas que llegaban agónicas sin saber qué les estaba ocurriendo. La solidaridad con médicos, enfermeras y paramédicos fue mundial, muchos de ellos murieron cumpliendo su deber.

Por ello, cuando Netflix estrenó el documental Lenox Hill acaparó de inmediato la audiencia, que siguió con sumo interés el acontecer diario en uno de los hospitales más prestigiosos de la ciudad de Nueva York, el cual fue, además, uno de los epicentros de atención de las personas que terminaron contagiadas por covid-19.

Los productores, Ruthie Shatz y Adi Barash, metieron sus cámaras en las entrañas de este hospital para capturar la vida de médicos y pacientes. Este primer documental se rodó en 2018, antes de la pandemia, y se centró especialmente en el trabajo metódico de cuatro médicos, entre ellos dos prestigiosos neurocirujanos, David Langer y John Boockvar, y por supuesto, sus pacientes quienes accedieron a que sus historias médicas fueran de conocimiento público.

Lenox Hill, está ubicado en Manhattan, en la calle 77, una de las zonas más privilegiadas de Nueva York. La serie no sólo está centrada en el trabajo médico científico, sino también deja ver la vida personal del cuerpo médico y sus pacientes. La parte humana es clave y de esa manera engancha a quienes han seguido cada uno de los ocho capítulos que conforman el documental.

El Dr. David Langer y su equipo en cirugía

Los productores habían venido trabajando en este tipo de documentales desde años atrás. Lo hicieron por primera vez en un hospital de Israel y en Nueva York trataron de reflejar la vida de una ciudad en medio de la opulencia, la desigualdad social y el difícil acceso a la medicina.

La elección de los médicos como de los pacientes, se hizo con la finalidad de que durante el rodaje actuaran de la manera más natural para captar la realidad de lo que se vive en una sala de cirugía, en la sala de espera, en los cuartos de recuperación de los pacientes.

La producción tomó un mayor relieve e interés de la audiencia, cuando los productores decidieron regresar al hospital para filmar en los momentos más complejos presentados por el covid-19 en Nueva York, una de las ciudades estadounidenses más golpeadas por la pandemia.

Es uno de los capítulos más fuertes, por las mismas escenas y por el trabajo realizado por esos médicos que en su momento atendían casos tan especializados y en plena emergencia desatada por el virus, cumplían también la función de llamar a los familiares para informarlos de la delicada situación que estaban viviendo en la UCI. También reflejó el desespero de los médicos, desconcertados por un virus que mataba a miles de pacientes sin que ellos supieran qué protocolo médico era el más adecuado para seguir. Lenox Hill se convierte en un hospital de guerra.

Los documentales sobre la vida en los hospitales han venido teniendo muy buena aceptación de los seguidores de los estrenos en las diferentes plataformas. Pero Lenox Hill ha marcado una fuerte huella por su realización, la naturalidad cómo presenta a los médicos y la receptividad de los pacientes. El trabajo de edición de imágenes ha sido de un enorme cuidado para respetar la privacidad tanto del trabajo de los galenos como la recuperación de sus pacientes.

El Dr. John Boockvar en una escena de Lenox Hill