El metro de Moscú, inaugurado en 1935 bajo el gobierno de Joseph Stalin, es uno de los sistemas de transporte subterráneo más antiguos del mundo. Fue diseñado solo como un medio de transporte, sino como un símbolo de la grandeza soviética. Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió como refugio durante los bombardeos alemanes y ha crecido considerablemente desde entonces, siendo una parte vital de la vida de la ciudad.
Hoy en día, el metro de Moscú destaca por su eficiencia en el transporte y su impresionante arquitectura, albergando obras de arte que lo convierten en una atracción turística única y un auténtico museo subterráneo.
Es la opción más económica para el transporte en la capital rusa, siendo válida en el metro, autobús, trolebús y tranvía. Un viaje tiene un costo alrededor de $1,800 pesos, pero si cambia de transporte en un lapso de 90 minutos, el siguiente viaje le costará solo $900 pesos.
El metro de Moscú se mantiene notablemente limpio, ya que los pasajeros respetan su sistema de transporte preferido, lo que se traduce en escasos desechos en el suelo. Además de la limpieza diaria, se lleva a cabo una limpieza profunda mensual. Se desinfectan todas las paredes de las estaciones, un trabajo que a veces se prolonga durante toda la noche debido a la complicación que representan los elementos decorativos en algunas estaciones, que a menudo se asemejan a un museo.
El metro de Moscú transporta diariamente a 10 millones de personas, más que la población de Uruguay, y lo hace eficiente incluso en las horas más congestionadas, a través de 14 líneas que abarcan 380 kilómetros y cuentan con 222 estaciones.
El tiempo de espera entre trenes es de solo 90 segundos, lo que lo hace muy rápido en comparación con otros sistemas de metro.
Algunas curiosidades del Metro de Moscú:
La línea 5, apodada "el anillo marrón", se llama así debido a una anécdota donde Stalin dejó una mancha de café marrón en el mapa del metro durante una reunión
Para que los pasajeros se orienten con facilidad, en las líneas de metro circulares, la voz es masculina o femenina dependiendo del sentido en que se mueve.
A pesar de su profundidad bajo tierra, la cual varía de estación a otra, pero en promedio, se encuentra a unos 40 metros bajo tierra, pero en algunas estaciones pueden estar a profundidades hasta de 84 metros, el metro ofrece Wi-Fi gratuito a los pasajeros , eso sí, hay que ver un par de publicidades antes de que se active el servicio.
Algunas estaciones tienen música en vivo. En la estación Kurskaya, que también es estación de trenes, hay un gran salón donde diferentes músicos presentan su repertorio musical a los pasajeros que pasan por allí, con músicos talentosos seleccionados por el gobierno.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las estaciones sirvieron como refugios antiaéreos.
El metro de Moscú solo se detuvo una vez, brevemente, durante la Segunda Guerra Mundial, fue el 16 de octubre de 1941, cuando los alemanes estaban más cerca de tomar la ciudad, pero al final del día, el metro ya estaba funcionando.
Se rumora que existe una segunda red de metro secreta, "Metro-2", pero su existencia es incierta.
La estación Ploshchad Revolutsii es probablemente la más famosa de todas, hay estatuas con diferentes figuras soviéticas, entre ellas, hay un guardián con un perro y otro con un gallo, muchas personas creen que tocar el hocico del perro trae suerte y tocar al gallo, dinero, cuando el metro está a tope, incluso se puede ver a gente haciendo cola para tocarlos.
El metro de Moscú es conocido por su impresionante arquitectura y arte . Las estaciones tienen diseños únicos, desde estilos clásicos hasta modernos. Mosaicos, frescos, esculturas y estatuas representan la historia y cultura de Rusia. Algunas estaciones tienen lámparas y candelabros elegantes . Relieves y detalles arquitectónicos cuentan historias. Además, encontrarás kioscos de souvenires.
Estaciones famosas incluyen Komsomolskaya, con mosaicos históricos y mármol blanco. Novoslobodskaya, con vitrales de colores y atmósfera acogedora. Mayakovskaya, con diseño futurista y mosaicos socialistas. Ploschad Revolyutsii. Estas estaciones son ejemplos del museo subterráneo de Moscú.
Tras contemplar esta "maravilla" arquitectónica , que presume de arte, belleza y un cuidado meticuloso, así como de un transporte eficiente, nos queda la leve esperanza que algún día, Bogotá pueda disfrutar de algo remotamente parecido, o incluso soñar con un sistema. de metro que haga posible la movilidad en nuestra ciudad.